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Entrevista:CARLOS CHECA Campeón del Mundo de Superbikes

"Tuve miedo a no volver a ser el que era"

Carlos Checa (15 de octubre; Sant Fruitós de Bages, Barcelona) va de bolo en bolo, cual artista con funciones aquí y allá, un día tras otro, desde que el pasado domingo ganó el Mundial de Superbikes, el premio a una dilatada carrera. Más maduro y profundo, reflexiona sobre la victoria, la vida y la muerte, a cuyo abismo se asomó con 25 años.

Pregunta. ¿Ha podido contestar ya todas las felicitaciones?

Respuesta. Creo que las he contestado casi todas, porque ahora con las redes sociales, el Facebook, el Twitter..., se hace más complicado. Es agradable. Aunque he tenido un momento de saturación, porque ha sido todo muy intenso, y de lo que te entran ganas es de irte a la montaña y olvidarte de todo. Pero teníamos que responder. Es parte del trabajo. Estoy muy agradecido: he recibido un abrazo muy cálido de todo el público.

P. ¿Ganar el Mundial ganando las dos carreras del domingo estaba previsto?

R. Quería ser capaz de dar el máximo de mí mismo en el momento más importante. Era una prueba que no sé si podré volver a tener en la vida. Quería hacerlo lo mejor posible, que saliera el mejor Checa; era un ejercicio mental, porque cuando te estás jugando algo tan importante como un campeonato del mundo tu cabeza tiende a una actitud conservadora, y yo no quería acabar así. Siempre admiré a los grandes deportistas que en los momentos más difíciles sacaban el máximo de sí mismos. Quería conseguirlo así. Fui un poco más allá, era una batalla personal.

P. ¿El campeonato ha sido un paseo, tal y como parece?

R. Empecé en Superbikes hace dos años, y a pesar de que ya empecé ganando no hemos dejado de mejorar desde entonces. Ahora somos mucho mejores de lo que lo éramos al principio del año. Quería que mi campeonato trascendiera la victoria, buscar la perfección. La consecuencia ha sido ser superiores. Hemos dominado el campeonato, pero no ha sido un paseo. Sé lo que he tenido que esforzarme y por todo por lo que he tenido que pasar. Ni en las carreras, ni en la vida, nadie te regala nada.

P. ¿Sabe mejor la victoria a los treintaytantos que a los veintipocos?

R. La del campeonato del mundo, seguro, porque es el primero que consigo. Pero yo no diría que lo es por la edad, sino que cuando una cosa ha costado tanto y sabes de donde vienes, es muy satisfactorio. Además, la experiencia y el conocimiento te hacen verlo todo de otra manera. Ahora tengo más conocimiento que con 25 años. Entiendo y bien todo lo que hago. He mejorado como persona y como deportista. Eso es lo que me da más satisfacción. El éxito es solo una consecuencia de todo lo anterior.

P. "Me he encontrado a un nuevo Carlos Checa", dijo. ¿Cómo era el de antes y cómo el de ahora?

R. Soy un Checa más capaz en todos los aspectos: en el pilotaje, en la gestión de las carreras, en la información que doy a mi jefe de mecánicos; y más inteligente para poder rendir bien y saber decidir cuándo y cómo se deben hacer las cosas. Soy más consciente de lo que soy y de lo que hago. Antes era un joven con muchas ganas, pero algo ignorante, sigo siéndolo, pero un poquito menos. Ahora soy un piloto mentalmente más avanzado.

P. Aceptó la ayuda psicológica.

R. Sí, desde que tuve el accidente Pep Font, psicólogo deportivo, ha sido clave en mi formación. Ha habido momentos en los que me ha ayudado mucho, sobre todo después de aquella caída. Ahora solo nos vemos cada dos o tres meses.

P. Volvamos a Donington Park, en 1998. ¿Qué recuerdo le queda?

R. Aquello me sirvió para entender lo frágil que es la vida y para valorarla mucho más. Desde entonces, para mí las carreras son limitaciones y soluciones; los problemas están en otro sitio. Conocí los miedos. Era muy joven y ni siquiera me conocía bien a mí mismo. Fue todo muy repentino. Yo solo quería volver a andar y a respirar bien, cosas que haces sin darte cuenta. No existía el miedo a morir, porque si mueres, mueres y punto. Tenía miedo a no poder volver a ser el que era: no podía moverme, ni respirar. Me costó volver a ser fuerte. No tenía energía mental. Todo eso me ayudó a relativizar las cosas. Fue una prueba muy dura. Pero cuando la superas, eres mejor.

P. ¿Volvió demasiado pronto?

R. Sí, volví muy pronto. Además, luego se complicó también mi vida profesional, no quería seguir en el equipo en el que estaba, así que aquello se convirtió en un estrés añadido. Yo necesitaba un entorno que me ayudara a volver a ser el mismo y me encontré con una situación adversa. Tuve que recuperarme y, a la vez, decidir mi futuro.

P. ¿De todas las motos que ha llevado con cuál ha disfrutado más?

R. Con la que llevo ahora, que es con la que he ganado. Obviamente, cuando ganas, cuando eres capaz de llegar a los límites con esa constancia como la que hemos tenido este año, disfrutas mucho más. Otros años, por mucho que te esfuerces, existen unos límites personales y técnicos insuperables. En mi carrera he pasado por todas las etapas. Pero pasarlo bien no es solo que la moto vaya bien. Es muy difícil disfrutar en competición, se sufre mucho. Yo disfruto cuando me voy en moto al campo con mis amigos. Todos queremos ganar, es emocionante y trepidante, pero disfrutar es otra historia, no se hace a 300 kilómetros por hora.

P. Usted es muy técnico, ¿deberían saber los pilotos actuales más de mecánica?

R. Cuantos más conocimientos tengas, mejor. Mis padres me hicieron estudiar, así que como lo que más me gustaba eran las motos llegué hasta quinto de automoción y trabajé en un taller. Claro que no podemos hacer de pilotos y de ingenieros a la vez, pero yo tengo una complicidad excelente con mi jefe de mecánicos; por mis conocimientos y mi experiencia hemos llegado a soluciones técnicas buenísimas. He aprendido como va la moto, mi reto ahora es saber cómo funciona el cuerpo, tanto mental como físicamente.

P. ¿Qué es lo que más le cansó de MotoGP?

R. Nada en especial. Los dos últimos años fueron duros. Primero, porque tanto Stoner como yo, que íbamos a correr con Sito Pons, tuvimos que buscarnos la vida porque aquel proyecto se vino abajo por falta de recursos. Corrí con una Yamaha del Tech 3 con gomas Dunlop. Fue un año de desarrollo de los neumáticos, básicamente. Luego estuve con una Honda y neumáticos Michelin. No aspiraba a ganar. Había gente mejor que yo, otros pilotos que se merecían mejores opciones. Yo creía que podría ser mejor, y en Superbikes encontré el sitio donde dar mis últimos pasos como deportista. He podido trabajar como los mejores del mundo y he llegado a ser como aquellos pilotos a los que admiraba, posibilidad que en MotoGP ya no existía para mí.

P. ¿Qué le atrajo de Superbikes?

R. La oportunidad. Además, es un campeonato más equilibrado en el aspecto deportivo. Y las motos son más divertidas de pilotar, quizá algo más fáciles, para ser sinceros. Y podía competir con gente de mi edad. Es un campeonato menos mediático, pero también más tranquilo. Y yo no buscaba la popularidad.

P. Dice que le gustaría seguir llevando el 7 el año que viene. ¿No le ve la gracia a eso de lucir el número 1?

R. No le doy mucha importancia. Al final, yo soy el único que no se ve el número de la moto. Este es un éxito compartido, de todo el equipo, y es una decisión que se debe de tomar entre todos. Si toca llevar el 1 porque gusta al equipo, a los patrocinadores y a Ducati, estaré encantado. Lo que quiero es que la gente esté contenta.

P. En 20 años de motos, ¿quién le ha sorprendido más?

R. Como ídolo, Wayne Rainey. También los ha habido que me han sorprendido negativamente, pero no entraré. En el aspecto mental: Valentino Rossi, porque ganaba con una naturalidad inusitada. Actualmente, Stoner tiene un gran talento y es muy rápido. También Lorenzo tiene mucho talento y una determinación brutal. Y Pedrosa es un gran trabajador, muy persistente. Son la referencia, unos escogidos. Hoy hay muchísima competencia, sobre todo porque hay también mucha competencia técnica y una tecnología elevada, tanto que hace que las carreras puedan resultar aburridas.

P. ¿A qué dedicará el invierno, cuando termine el Mundial?

R. A pasarlo bien y a continuar aprendiendo. El deporte me gusta muchísimo, me encanta el esquí y la montaña. También la lectura, tengo libros de anatomía; y además de novelas leo libros didácticos sobre temas que me interesan, como la escalada. Ahora me intereso por cosas que hace 20 años ni hubiera imaginado.

El piloto Carlos Checa, campeón del mundo de Superbikes 2011, en su taller de Sant Fruitós de Bages
El piloto Carlos Checa, campeón del mundo de Superbikes 2011, en su taller de Sant Fruitós de BagesSUSSANA SÁEZ

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