Laudrup salva el cuello

Una victoria muy trabajada, casi agónica en los minutos finales, permitió a Laudrup recuperar algo de crédito en su hora más crítica como entrenador del Mallorca. El penoso inicio liguero del equipo (con tres derrotas consecutivas y un solo gol a favor) y el enfrentamiento abierto del danés con el director deportivo y máximo accionista del club, Llorenç Serra Ferrer, a quien cuestionó por su gestión de los fichajes, colocaron al técnico en una situación límite. Se le permitió perder el martes en Villarreal, pero una derrota ante la Real habría supuesto su destitución inmediata.

Encogido, con los nervios a flor de piel por todo lo que se jugaba, el Mallorca fue de menos a más. A sus imprecisiones respondió la Real Sociedad con un dominio cómodo, que se tradujo rápidamente en ocasiones. El peligro de los donostiarras llegaba por la derecha: ahora con un balón colgado por Xabi Prieto que Vela remató al larguero, más tarde con un espléndido pase de Carlos Martínez, que desde el lateral iluminó un enorme pasillo entre los centrales locales. Lo aprovechó en carrera Agirretxe, que se marcó una plástica vaselina sobre la salida tardía de Aouate. Hubo algo de picardía en la jugada, porque la Real sacó partido de la inferioridad numérica de su rival: Chico, defensa central, estaba siendo atendido en la banda y su lugar lo había ocupado momentáneamente Martí. En cualquier caso, el tanto hacía justicia a lo visto sobre el terreno de juego durante el primer cuarto de hora.

Pero, con ventaja en el marcador, la Real se adormeció. El cambio sustancial del Mallorca respecto a los últimos encuentros no fue táctico, sino de actitud. Pese a no ofrecer una sensación de seguridad en la retaguardia, los de Laudrup pelearon los balones divididos en el centro del campo y, por primera vez en toda la temporada, dieron algo de guerra arriba. Nsue se sirvió de su gran zancada para abrir hueco en la jugada del empate, obra de dos canteranos. El extremo la dio hacia atrás para que Víctor Casadesús se revolviera dentro del área, sorprendiendo a Bravo con un disparo seco.

Pudo marcar el segundo el Mallorca antes del descanso, cuando el Chory Castro dispuso de dos oportunidades claras. Y pudo adelantarse de nuevo la Real tras la reanudación. Vela, de falta directa, obligó a Aouate a estirarse, y Xabi Prieto desperdició incomprensiblemente el rechace, enviando la pelota al travesaño. El que no volvió a fallar fue Castro que, a los pocos minutos, en segunda jugada tras un saque de esquina, armó la zurda para anotar desde la frontal. La plantilla lo celebró como si fuera el gol decisivo de una final.

En la recta final, la Real Sociedad hizo méritos para arrancar al menos una igualada. Si los postes dieran puntos, los de Montanier habrían salido victoriosos de Son Moix: a pocos minutos para el desenlace, Agirretxe sumó el tercer disparo al larguero de su equipo. Le faltó puntería a una más que correcta Real y Laudrup, en el partido que pudo costarle el cargo, acabó tocando madera.

Mallorca 2 - Real Sociedad 1