Dos desguaces
Nadal y Ferrer castigan a Gasquet y Simon y dejan a España a un punto de jugar la final de la Davis
El calor. La tierra. El público en contra. Nada de eso explica los dos primeros encuentros de las semifinales de la Copa Davis (España, 2; Francia, 0), ni la actitud de los jugadores franceses: Richard Gasquet cae 6-3, 6-0 y 6-1 ante Rafael Nadal y llega a encajar un sonrojante 11-0; Gilles Simon, El Pollito, se inclina 6-1, 6-4 y 6-1 frente a David Ferrer. Ninguno de los dos visitantes pelea ni suda a la altura del escenario. La selección llegará a la final, que disputaría contra el ganador del Serbia-Argentina, si logra uno de los tres puntos que quedan por disputar. Antes, la historia de dos desguaces.
Gasquet llega al encuentro dimitido. Es el sacrificio ofrecido por Guy Forget, su capitán, a la eliminatoria. Solo así puede jugar Simon; solo así queda Jo Wilfried Tsonga en la recámara para el domingo. El número 15 llega a la pista como llega un animal al matadero. Jamás cree en la victoria. Nunca suda el escudo. No deja nada a los espectadores a cambio de su entrada: es un hombre superado por los acontecimientos, acomplejado por el contrario y deseoso de retirarse cuanto antes al vestuario. Una cosa lo dice todo. Nadal llegó a España el martes. Se había entrenado tres días en tierra batida. No superó las 4h30m de prácticas sobre arcilla. Con eso le sobró para arrollar al número 15 del mundo y lograr su decimoséptima victoria consecutiva en la competición.
"A priori era un partido complicado, porque físicamente llegaba muy al límite", dijo el mallorquín. "Richard me ha ayudado, porque no me ha hecho jugar puntos eternos. Me he sentido con bastante menos energía de lo habitual, pero he jugado con la cabeza fría, sin desconcentrarme: sabía que si el partido se alargaba, tenía las del perder. Por suerte, todo ha salido bien".
La placidez con la que el número dos mundial disputa el encuentro va desgranándose en estadísticas. Llega a sumar 14 puntos seguidos con su saque, tan poco le incomoda Gasquet. Consigue llevarse más del 50% de puntos que juega al resto. Jamás se enfrenta a un punto de rotura y nunca necesita de una buena versión de sí mismo, plácido como es para él el duelo. Por décimo partido seguido, el francés se inclina ante el español sin decir esta boca es mía. En 2h5m, se había despedido.
Simon, no. Simon fue otra cosa, aunque duró el mismo tiempo (2h8m). Tras el arreón inicial de Ferrer, el francés se agarra al partido. Por dos veces se adelanta el alicantino en busca del segundo set. En una ocasión pierde la rotura. En la otra se enfrenta a tres puntos de break. Los supera, y ahí ya sí, Simon se pliega: España domina por 2-0 las semifinales, que podrá cerrar el sábado si Feliciano López y Fernando Verdasco se imponen a Jo-Wilfried Tsonga y Michael Llodra en el dobles.
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