Macedonia da el gran campanazo

Un escalofrío helado recorrió el Kauno Arena y a los casi 15.000 espectadores que hervían en las gradas vestidos de verde. Macedonia dio el gran campanazo del Europeo apeando a la anfitriona, Lituania, en los cuartos de final (67-65) en un encuentro que demostró el gran temple de esta jovencísima selección. Hace justo una semana, el país celebró sus 20 años de independencia con la clasificación para cuartos. Pero lo que nadie podía imaginarse es que Macedonia dejaría plantada a Lituania y se clasificaría entre los cuatro mejores. España será su próximo rival.

La selección roja y amarilla ya había avisado, sin embargo, de su desconocido potencial. Se clasificó primera de su grupo en la primera fase y si no derrotó a la imponente Rusia en la segunda fue gracias a un triple afortunado de Monya en el último segundo que dio en el tablero (63-61). Lituania estaba avisada. McCalebb era un peligro seguro, y lo demostró con 23 puntos. Vojdan Stojanovski, con cinco triples sin fallo, completó la machada, y suplió el discreto partido de Antic. Los jugadores de Macedonia salieron disparados corriendo hacia el sector del pabellón donde estaban sus aficionados al consumarse la sorpresa. Habían pasado muchos minutos desde que acabó el encuentro y la hinchada seguía enloquecida. El equipo, claro, tuvo que salir y volver a celebrar con sus seguidores el triunfo.

Macedonia, independiente de la antigua Yugoslavia desde 1991, es un país de unos dos millones de habitantes y una superficie poco mayor que la Comunidad Valenciana. Pero solo ha necesitado disputar su tercer Europeo para hacer historia. En los anteriores fue 13ª en 1999 y novena en 2009. Contra Lituania, jamás bajó los brazos pese a que llegó a perder por nueve puntos. Solo su fe y su lucha le permitieron llegar viva al final ante una anfitriona que empujó con todo. El exbarcelonista Ilievski hizo lo que parecía imposible. Con cinco segundos y medio por jugarse, anotó un triple que volteó el marcador (66-65). Lituania, víctima de un ataque de nervios, ya no supo que hacer con el balón.

Bo McCalebb, 1,83 metros, 26 años, nacido en Nueva Orleans pero profesional en Europa desde 2008, es el jugador nacionalizado con el que cuenta Macedonia. Y su figura, por supuesto. No en vano ha brillado en las últimas Finales a Cuatro de la Euroliga. En 2010, en París, fue el director de orquesta del Partizán de Belgrado. Este mismo año defendió los colores del Montepaschi de Siena en la cita disputada en Barcelona. En ambos equipos certificó que es una de las grandes figuras que compiten en Europa. Es un jugador rápido, eléctrico, tan capaz de dirigir a su equipo como de ocupar la posición de dos. Y eso es lo que hace a menudo. Es el máximo cañonero del equipo, un gran penetrador, y en este torneo promedia 20,9 puntos. Se entiende de mil maravillas con Vlado Ilievski, el exbase del Barcelona en la temporada 2003-2004 y que también defendió los colores del Tau de Vitoria en la temporada 2008-2009.

"Deberemos analizar con mucha atención al rival. Es el equipo revelación del torneo y tiene un sistema de juego superatípico, con cinco jugadores por fuera de la línea de tres puntos", avisó Sergio Scariolo. "Hay que poner mucha atención, sobre todo en los ajustes defensivos. Como se ha visto frente a rivales con más profundidad de banquillo que ellos, es un equipo al que se hace difícil afrontar".