El retorno de Rafa
Escribo esta columna antes de que arranque la final entre Nadal y Djokovic.
Considero que, independientemente de que haya ganado o perdido el mallorquín, Rafa vuelve a ser Rafa. Reconozco que me tenía preocupado desde que perdió con Djokovic en la final de Roma. Había perdido antes en Indian Wells y Miami, territorio favorito del serbio. También en Madrid, donde a pesar de ser en tierra, las condiciones a raíz de la altura son un poco particulares. Pero la derrota de Roma fue un puñetazo brutal encima de la mesa.
A partir de ahí, empecé a ver un Rafa que nunca había visto antes públicamente, aunque sí en privado, mucho más humano, pesimista, cansado, estresado y dubitativo. La victoria en Roland Garros fue un bálsamo aunque de nuevo el mazazo llegó en Wimbledon. Resultados que para cualquier jugador, yo incluido, serían un sueño, para él no lo eran en absoluto, sobre todo por el hecho de perder cinco finales consecutivas contra él.
Después de esa final, problemas físicos le mantuvieron apartado de los entrenamientos y llegó muy justo a las citas de Montreal y Cincinnati . Rafa es un jugador que por sus características necesita muchas horas en pista para rendir al 100%. La idea de ir a jugar Montreal y jugar varios partidos para poco a poco ir cogiendo ritmo y confianza es buena, pero perdió en primera ronda un partido que tenía totalmente controlado. Se acabaron de encender las alarmas en Cincinnati, donde perdió con Fish, jugador que nunca le había derrotado. La cara y el lenguaje corporal del mallorquín denotaban que no estaba bien, que estaba cansado, veía la bola tarde. A estos niveles, unas milésimas de segundo de retraso te mandan para casa. Lejos de venirse abajo, encaró la cita de Nueva York como un gran reto. A pesar de no empezar jugando muy bien, fue ganando partidos y poco a poco volvió a ser el Rafa que todos conocemos, el guerrero, el que nos ilusiona y nos hace soñar. Lejos quedan las declaraciones de Roland Garros en las que daba a entender que estaba agotado mentalmente, que llevaba muchos años jugando a gran nivel y que a estos niveles la presión te acaba desgastando.
La final habrá sido un duro test para ambos. Rafa llega en su mejor momento de todo el verano, con dos victorias de prestigio y la moral por las nubes. A pesar de ser el actual campeón, los números nos dicen que es el aspirante. La cita a priori es perfecta para darle la vuelta a la tendencia de esta temporada y olvidarse de fantasmas pasados. Para lograr semejante tarea, tendrá que aparecer la mejor versión de Rafa, ya que superar a un Nole, que quizá haya perdido la excelencia de hace unos meses pero que también llega con la moral por las nubes después de prácticamente estar haciendo las maletas ante Federer, no será facil. A nosotros solo no queda disfrutar de este partido, y ojalá que con una victoria de Rafa. Sea el resultado que sea, Rafa sigue siendo muy grande.
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