Bielsa regresa a su campo maldito
El Athletic busca el ansiado triunfo ante un Espanyol renovado
Marcelo Bielsa fue despedido como técnico del Espanyol tras disputar solo seis partidos de Liga el 19 de septiembre de 1998, tras la derrota del equipo en el campo del Valladolid. La directiva ya había llegado a un acuerdo previo con su compatriota Miguel Ángel Brindisi, con el que el equipo concluyó la temporada en el séptimo puesto. Ese día el argentino y el club pusieron punto y final a una relación breve y tormentosa en la que la conexión entre ambas partes y los buenos resultados nunca existieron. El presidente del club, Daniel Sánchez Llibre, ni siquiera estuvo presente en esa última reunión. A Bielsa no le había dado tiempo a nada y dejó al equipo en el puesto 18º, con un solo partido ganado y ocho goles en contra. Designado seleccionador de la selección argentina, al de Rosario le hubiera gustado desligarse del conjunto catalán mucho antes.
El argentino regresa hoy (22.00, Canal + Liga), como entrenador del Athletic, a su campo maldito, Cornellá-El Prat, donde nunca disfrutó y de donde debe ahora sacar una victoria. Tras las afortunadas volteretas del equipo en la Liga Europa y el empate (1-1) ante el Rayo Vallecano en el estreno liguero, Bielsa está obligado a demostrar su influencia en el equipo, que los aficionados esperan ver más engrasado, y a avalar su papel con el esperado triunfo. En vista de lo ejercitado en los últimos entrenamientos, el técnico repetirá el once del empate ante el Rayo, aunque previsiblemente cambiará a San José por Ekiza en la defensa. Esta vez ha incluido a Iñigo Pérez en la lista de convocados.
El toque amable del choque de hoy lo pone la relación entre Bielsa y el técnico 'perico', Mauricio Pochettino. Ambos se profesan una gran admiración, que se fraguó cuando Pochettino fue discípulo del entrenador argentino en el Espanyol. Ambos buscan una victoria que dé oxígeno a sus respectivos proyectos. El conjunto catalán, obligado a tirar de cantera por si delicada situación económica, aún arrastra el asombro y la decepción por la marcha de jugadores clave como Osvaldo, Callejón y Luis García. En el otro lado de la balanza se encuentran los nuevos fichajes, Weiss, Romaric y Pandiani, bestia negra de su excompañero Iraizoz. La foto del club que levantó la Copa en 2006 es agua pasada. La incertidumbre de la afición es total. "Es normal que la afición esté con la mosca detrás de la oreja", ha dicho el centrocampista 'perico' Javi Márquez. Ante el Mallorca, que salió triunfante, se notó demasiado lo mucho que el equipo echa de menos a Osvaldo, sobre todo, cuando se decidieron a atacar.
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