Para acabar, un récord del mundo
Bolt y sus compañeros cierran el campeonato de Daegu con la única plusmarca: 37,04s en el relevo de 4x100
Los Mundiales de atletismo no podían acabar mejor: con un récord del mundo, el único de los campeonatos, en la última prueba del último día. Y no podía ser otro que Usain Bolt, la única megaestrella de este deporte,el protagonista, aunque haya tenido que compartir el éxito, y la plusmarca, con sus compañeros del relevo de 4x100m. Jamaica ha corrido en 37,04s para batir su propia marca, vigente desde los Juegos Olímpicos de Pekín - ese día sí estuvo Powell que hoy no ha podido correr al estar lesionado-, hace ya tres años.
La final ha tenido todos los ingredientes de una gran carrera. Protagonistas de lujo, como Bolt, que esta vez no se dejó llevar, que corrió la última posta para ganar, para lograr ese récord que en Daegu se la ha resistido en las pruebas individuales. Como el francés Christophe Lemaitre, que llevó a Francia a la plata (38,02s). Como Darvis Patton, que ha tropezado justo antes de hacer la última entrega a su compañero Walter Dix y en su caída arrastró a todo Estados Unidos, que acabó octavo, último, humillado, en una prueba que esperaba ganar. El bronce se lo ha llevado Saint Kitts y Nevis.
El cuarteto jamaicano impone. Ahí está Bolt, doble campeón olímpico (100m y 200m), triple campeón mundial (200m y 100m en 2009 y 200m aquí, en Daegu), doble plusmarquista mundial, el encargado de cruzar la meta. Le entregó el relevo Yohan Blake, su joven compañero de entrenamientos, su amigo, y flamante campeón del mundo de los 100m tras la descalificación de Bolt por su salida en falso. Y antes corrieron Nesta Carter y Michael Frater.
El relevo ha puesto punto y final a los Mundiales de atletismo y ha eclipsado a los otros protagonistas del día. El primero, Mo Farah. El fondista británico, que se quedó con la miel en los labios en los 10.000m, se ha impuesto en los 5.000m (13m 23,36s) en un final impresionante para demostrar que es una clara opción para los Juegos de Londres el verano que viene y que su decisión de trasladarse a Oregon (EE UU) para entrenarse con Alberto Salazar ha sido acertada. En esta final, el único español del día, Jesús España, acabó 12º después de que los jueces descalificaran al etíope Imani Merga por coger la curva por dentro.
La última tarde de finales ha sido también la de la derrota de Caster Semenya, la adolescente que vivió un calvario para demostrar que era una mujer. La rusa Mariya Savinova, tan pequeñita en contraste con la sudafricana, la ha superado con facilidad en la última recta (1m 55,87, la mejor marca del año). Y la del triunfo de Estados Unidos en el 4x100m femenino (41,56s). Pero estos Mundiales, con polémica incluida, han sido otra vez los Mundiales de Bolt, el mejor velocista de todos los tiempos.
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