Wiggins y Nibali, otro paso hacia delante

Todas las miradas en la contrarreloj de Salamanca de hoy estaban puestas sobre dos hombres: el suizo Fabian Cancellara y el británico Bradley Wiggins. El primero, una auténtica locomotora, era el gran favorito para ganar la etapa por su trayectoria: campeón olímpico y cuatro veces campeón del mundo en la disciplina, es considerado el mejor contrarrelojista del momento. Esta tarde, sin embargo, se vio superado por el alemán Tony Martin, que ya había ganado en una crono del Tour este año y que está demostrando ser un digno rival para Cancellara, al que hoy sacó un minuto y medio y al que ya espera para el Mundial de Dinamarca de este año.

El otro hombre señalado, Bradley Wiggins, es un especialista en la lucha contra el reloj y en la subida a La Covatilla dio un inesperado latigazo que hizo temblar al mismo Nibali. Muchas quinielas le señalaban como el favorito para salir vestido de rojo de Salamanca, ya que estaba a minuto del líder, pero, tras una salida fulgurante, se fue desfondado según pasaban los kilómetros hasta terminar a un minuto y 22 segundos de Martin, cuando en el primer control intermedio mejoraba el tiempo del alemán en un segundo. El beneficiado de ello ha sido su compañero del Sky Chris Froome, que firmó el segundo mejor tiempo a un minuto de Martin y se ha convertido en el sorprendente nuevo líder.

El gran perjudicado de la contrarreloj ha sido Purito Rodríguez. Era un secreto a voces. El ciclista catalán temblaba con solo oír hablar de la prueba. El año pasado, en la de Peñafiel, se dio de bruces con el tiempo y se dejó todas las opciones de llevarse la Vuelta. Esta vez, volvió a sufrir y al llegar a la meta, situada en la bella plaza mayor de Salamanca, se había dejado más de cuatro minutos con Wiggins y ahora está a tres minutos y 23 segundos del líder de la general. Mucho mejor se defendió Nibali, que perdió poco más de un minuto con el británico, un hombre que, teóricamente, se defiende peor que él en la montaña, pese a que ayer le hiciera sufrir de lo lindo en los últimos metros de La Covatilla. El italiano se queda ahora a 31 segundos del líder y a 11 segundos de Wiggins, su gran rival desde ahora. El registro de Nibali tiene aún más valor si se compara con el de Menchov, otro de los que se defiende en la contrarreloj, que perdió solo cinco segundos menos que Nibali con respecto a Wiggins. Mientras, el primer maillot rojo de la Vuelta, Jakob Fuglsang, que solo perdió 15 segundos con el británico, se ha colocado segundo en la general, a 12 segundos de Froome, sin hacer demasiado ruido.

Mañana, toca descanso y pasado vuelve la montaña con la ascensión a la Estación de Montaña de Manzaneda. Purito ya cuenta las horas para volver a su terreno, aunque después de la contrarreloj todo se le ha puesto muy cuesta arriba.