Soldado se bebe el partido
El goleador del Valencia remonta ante el Racing en los últimos instantes
Decepcionante en el juego, al Valencia lo rescató la voracidad goleadora de un Soldado insaciable, protagonista de principio a fin. Capaz de marcar tres en la puerta contraria y uno en la propia, incontenible toda la tarde. A ese rescate contribuyó el debú en el segundo periodo de Canales, llamado a ser figura capital en un conjunto en el que, sin Mata, la creatividad pasará por la excelente zurda del cántabro. Sobre todo porque Piatti ofreció una versión embarullada. Y porque el resto del equipo, salvo Banega, anduvo desorientado: pálido en defensa y nublado en la búsqueda de espacios. Aliviado también por el central Rami, un coloso en el juego aéreo. Armado hasta los dientes, el Racing supo salir a la contra y hurgar en la confusión permanente de la zaga local. Hasta que, poco a poco, hundiéndose en su propia área, fue devorado por la rabia desbordada de Soldado.
VALENCIA, 4; RACING, 3
VALENCIA: Guaita; Bruno, Rami, Ricardo Costa (Tino Costa, min. 45), Jordi Alba; Topal Banega; Pablo Hernández, Piatti (Jonas, min.67), Bernat(anales, min.45); Soldado.
RACING DE SANTANDER: Toño; Picón(Borja García, min. 68), Alvaro, Osmar, Cisma; Diop, Adrián; Kennedy, Munitis, Arana (Jairo, min. 78); Acosta (Edu Bedia, min. 64).
GOLES. 1-0, min.1: Soldado. 1-1, min. 7: Soldado, en propia puerta. 1-2, min. 14: Acosta. 1-3, min. 56: Adrián. 2-3, min. 57: Rami. 3-3, min. 88: Soldado. 4-3, min. 89: Soldado.
ÁRBITRO: Estrada Fernández (C. Catalán). Amonestó a Banega, (min.20), Jordi Alba (min. 45), Tino Costa (min. 74), por parte del Valencia y a Diop, (min. 31), Toño (min. 44), por parte del Racing.
ESTADIO: Mestalla. 48.000 espectadores.
El día en que Mata debutaba y marcaba con el Chelsea, ante el Norwich, el Valencia lo echó de menos. En los últimos años, el cuadro de Emery tendía a volcarse por la izquierda. Allí se juntaban Silva, Villa y Mata y trazaban un sinfín de combinaciones. La misma tendencia en la primera parte en la que Jordi Alba, Piatti y Bernat intentaron reproducir el modelo. Sin éxito.
Ante un Racing plagado de chicos del filial, el Valencia creyó encontrarse con un partido muy plácido cuando, en el minuto 1, Soldado embocó un mal rechace de Toño a un tiro de Pablo desde la frontal. El Racing tiró del orgullo y el orden de su entrenador, Héctor Cúper, para reaccionar. Ayudado por un cabezazo en propia puerta de Soldado, en el primer palo a un centro de córner Kennedy. Alimentado por la pésima presión valencianista cada vez que los cántabros lanzaban un contragolpe, muy bien llevado por Arana el que concretó Acosta ante la salida tardía de Guaita. El encargado de organizar la presión desde el mediocentro, Topal, anduvo tan perdido que Diop y Adrián camparon a sus anchas en esa zona donde a Banega le faltaron desmarques de sus compañeros. El Valencia lo fiaba todo a Soldado, cada vez más desesperado.
El Racing jugó con la abnegación de los equipos de Cúper, bienvenido antes del choque por una hinchada poco agradecida cuando logró la hazaña de disputar dos finales de Champions con el Valencia en 1999 y 2000. Los más radicales llegaron a zarandearle el coche.
Tras el descanso, la esperanza en Mestalla era Canales, recibido con una ovación. Y sí, la presencia del mediapunta le dio más criterio al ataque local, lastrado por una zaga desastrosa que regaló otro gol, esta vez a Adrián. El poderío aéreo de Rami minimizó los daños poco después al cabecear un centro de córner de Pablo. Mestalla entendió que el choque estaba en su punto más caliente. Y ahí reclamó un presumible penalti de Arana a Banega. Ever y Canales congeniaron y generaron las ocasiones que acabaron en un éxtasis inesperado. Primero un maravilloso pase entre líneas de Jonas que aprovechó Soldado. Después una internada por el extremo de Jordi Alba culminada, cómo no, por Soldado. El hombre que se bebió el partido de un largo trago.
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