"Aún no hemos encontrado nuestro camino"
Amable, buen conversador, Francisco Herrera Lorenzo (Barcelona, 1953, aunque pacense de corazón) se preocupa porque su discurso sea preciso y cale en su interlocutor. "A veces utilizo frases hechas o no encuentro las palabras precisas para expresar lo que quiero decir", se disculpa. Así que conviene dejarlo claro: el técnico del Celta no ha pasado un verano plácido, se lamenta por haber perdido cuatro futbolistas titulares la campaña pasada aunque asume que la salida de Trashorras fue "mancomunada" con el club. Y, por las dudas, destierra el pesimismo. "Quiero lanzar un mensaje muy positivo", explica.
Pregunta. Se ha tratado de teñir todo de una cierta normalidad, pero ¿no ha sido un verano demasiado convulso para el equipo?
Respuesta. Es así. No hubo tranquilidad. No podemos darle carácter de normalidad a perder cuatro jugadores titulares, de una manera o de otra. Nos deja dudas y solo los resultados las despejarán, pero tengo claro que somos un buen equipo, más joven. Ya lo éramos, pero hemos bajado más la media de edad y eso es un beneficio. El problema es que yo paso dos horas al día con los futbolistas y las 22 restantes puede haber quien les diga que no son un buen equipo.
P. ¿Percibe la inquietud de la afición?
R. No. La verdad es que no estoy al tanto ni de las opiniones ni de los foros. Vivo mi trabajo al doscientos por cien y me aislo, pero creo que contra equipos como el Braga o el Sporting hemos mostrado lo suficiente para que nuestra gente sea optimista.
P. ¿Cuál es el principal valor del equipo?
R. La continuidad y la cantera. Es un valor añadido que doce de los jugadores de una plantilla corta sean gallegos y que sientan al Celta. Álex López debutó el año pasado, jugó más de treinta partidos y fue importante para el equipo. Vila llevaba dos años en el club como reserva y se consolidó como indiscutible. Hugo Mallo, que debutó con Eusebio, también se convirtió en un fijo. Este tipo de jugadores nos hará crecer y ahora tienen un año más y acumulan una experiencia.
P. ¿Y que incidencia tendrán las bajas? ¿Cómo jugará el equipo sin Trashorras?
R. Será totalmente diferente. Trashorras es un futbolista lento de movimientos, pero rápido de ejecución. El año pasado durante tres cuartas partes de la competición fuimos muy ágiles en ataque. Eso cambia ahora. Ni para bien ni para mal, pero varía. Y lo que sí reconozco es que aún no hemos encontrado nuestro camino. Podemos tener un sistema, un dibujo y perfectamente lo podemos controlar, pero el estilo tan definido que teníamos es algo que todavía buscamos. Y lo digo como algo positivo: hay que trabajar.
P. ¿La idea de prescindir de Trashorras fue suya?
R. No se trata de prescindir. Él tenía un nivel económico díficil de soportar para el club y por otra parte, en lo deportivo, queríamos buscar otro tipo de soluciones para el equipo. Fue una decisión común de técnico y directiva en la que el futbolista además salió beneficiado porque tiene la oportunidad de jugar en Primera.
P. ¿No le desagrada que tras la campaña anterior el club no haya podido dar un paso adelante en el mercado para reforzar sus opciones deportivas?
R. Hace cinco años le hubiera dicho que sí, pero en los tiempos que corren es un acto de responsabilidad lo que hace el club y como entrenador tengo que respaldarlo y adaptarme porque sé que mis jugadores van a estar al día en los cobros, como el año pasado. El trabajo ahora es formar un equipo a base de cantera e inteligencia a la hora de fichar. Ese es nuestro camino como fue el del Sporting, que se pasó diez años en Segunda incluso a punto de desaparacer y supo vender a sus aficionados las características de lo que podían ser. Ahora está en Primera y es un equipo consolidado, estable y serio.
P. Pero en Vigo hubo quien torció el gesto cuando usted dijo que el objetivo no era ascender. Ayer mismo, el entrenador del Deportivo, José Luis Oltra, dijo que no se lo creía, que lo que buscaba era quitarse presión.
R. Y tiene razón Oltra. No quise decir eso que no pelearíamos por ascender. Lo que trataba de expresar es justamente que no quería tener esa presión sobre el equipo. Sabía que la posición alcanzada el año pasado nos obliga a más, pero no quiero ni presión ni marcar ese objetivo a los chicos.
P. ¿Lo ha conseguido?
R. Un poco sí, pero ellos también saben que partimos para ganar todos los partidos y estar arriba. Es una plantilla joven para la que sólo quiero la presión del día a día.
P. Los focos apuntan al Dépor. ¿Es el indiscutible favorito?
R. No lo creo. Más bien los tres que han bajado. Y tras ellos nosotros estamos en el grupo de favoritos, sin duda. Claro que el Dépor estará en el grupo de cabeza, pero no doy a un equipo con seguridad en lo más alto como si lo hice a estas alturas del año pasado con el Betis. De todos modos la Segunda Divisón es tan complicada y extraña...
P. ¿Cuáles son sus principales emboscadas?
R. La cantidad de partidos, los viajes, que no se hacen en chárter y algunos en autocar. Y luego hay dos ideas. Por una parte cada vez se juega mejor al fútbol, pero también en los últimos años aparece la corriente contraria. ¿Se acuerda de Ipurúa? Pues algo de eso está volviendo. Equipos que por obligación juegan al fútbol se encuentran con rivales que salen a defender y el 80% de las veces ganan estos.
P. ¿Y el Celta como jugará? ¿Habrá más defensa de cinco?
R. No. Fue un parche, o mejor una emergencia. Fui cabezón por no hacerlo antes, pero hubo un momento en la segunda vuelta que el equipo necesitaba hacer algo distinto y así nos reforzamos por dentro.
P. Le ha dado vueltas a que pasó para que el equipo tuviera ese bajón en el último tramo de la pasada Liga. ¿Ha sacado conclusiones efectivas?
R. Creo que sí, pero prefiero no divulgarlas. Ocurrió algo evidente y es que perdimos durante diez partidos a nuestros laterales y no había recambio. Y ahora lo hemos corregido. Pero el bajón fue también físico y tuvo que ver además con la mentalidad, con la madurez.
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