Doble premio para Lastras

El Rabobank había subrayado la etapa de hoy en el calendario. Con el murciano Luis León Sánchez, uno de sus hombres más importantes, corriendo muy cerca de su casa y con un terreno que le favorecía -un puerto de tercera categoría cerca de la meta con una larga bajada y un repecho final en la localidad de Totana-, el equipo holandés quería conseguir su primera victoria en la Vuelta. Una fuga, sin embargo, se ha colado en sus planes y Pablo Lastras (Movistar), de 35 años, se ha llevado el protagonismo. El madrileño, que atacó al final del puerto a los que fueron sus compañeros de escapada desde el kilómetro 10, se ha hecho con la victoria y con el liderato de la Vuelta. Y eso que Lastras no pensaba participar en la ronda española hasta hace bien poco. Pero su estado físico le acompañaba, pensaron los directores del Movistar. No se equivocaron.

La sombra de Sierra Nevada, el puerto con el que culminará la etapa de mañana, es larga y el pelotón prefirió reservarse hoy, un día de un calor achicharrante -la temperatura rondó los 37 grados-, por lo que pueda pasar en la cuarta jornada. Los equipos de los sprinters, además, se mantuvieron a la expectativa durante todo el día debido a que el perfil no era el idóneo para los velocistas, con el puerto a poco más de 13 kilómetros de la meta. Por eso, el grupo fue condescendiente con la escapada, en la que se encontraban, además de Lastras, Nicolas Edet (Cofidis), Sylvain Chavanel (Quikstep), Markel Irizar (Radioshak) y Ruslan Pedgornyy (Vacansoleil), que llegaron a rozar los ocho minutos de ventaja. Lastras, curtido en mil batallas y vencedor de etapa en las tres grandes, sabía que, con una fuga desde tan lejos, enfundarse el rojo al acabar el día sería complicado. Sobre todo, después de que, a mitad de la etapa, Chavanel pasara por delante del español en un sprint intermedio y le arrebatara el liderato virtual.

La ventaja de los escapados comenzó a bajar entonces poco a poco y Edet, con problemas físicos, se descolgó de la fuga. En cuanto la carretera comenzó a picar hacia arriba, el Rabobank, hasta entonces al frente del pelotón, se apartó y el Leopard del líder Bennati tomó el mando. A las primeras de cambio se desmoronó Cavendish, el velocista por antonomasia, y comenzó la guerra. El pelotón se lanzó, por fin, a por los escapados y unos 30 corredores se quedaron cortados, entre ellos el ruso Menchov, que ha perdido más de un minuto con el resto de favoritos. En plena lucha, Trofimov (Katusha) y Le Mevel (Garmin Cervelo) se fueron al suelo y el pelotón levantó un poco el pie, dando el aire suficiente para que los escapados pudieran llegar a la meta. Rasguñados, nerviosos por los ladridos de dos perros que les observaban a su lado, los dos ciclistas que se habían caído pudieron levantarse y continuar. Los problemas se les acumulan para mañana, la primera etapa realmente dura de la Vuelta.