El Valencia ilusiona a Mestalla
El conjunto de Unai Emery supera en juego y resultado al Roma de Luis Enrique y conquista el Trofeo Naranja
Pocas cosas cambian en Mestalla año a año. De inicio, la ilusión de los aficionados es incontenible. En tres temporadas, las de la crisis y las ventas de Villa y Silva, el Valencia ha sabido reinventarse. Con mucho acierto y contados errores, el conjunto del discutido Unai Emery, siempre resulta competitivo. Las incorporaciones de Diego Alves, Rami, Parejo y Piatti, a la espera de Canales, seducen a la grada, junto a los que aparecen de abajo, Bernat y Alcácer y los que ya estaban, los Soldado, Albelda, Pablo Hernández y, sobretodo Mata, al que todos suspiran en retener. Y la presentación ante la afición no pudo ser más dichosa y eficaz ante el Roma que no pudo quitarse el poso a rancio del fútbol italiano. Con contundencia y brillantez, el Valencia se alzó con su trofeo, que alzó Mata, en una actuación que invita al optimismo.
A diferencia de ediciones precedentes, la presentación del Valencia ante su público tuvo un rival de empaque como el Roma dirigido por Luis Enrique, en su primera presencia en España con el equipo italiano. Junto al exjugador del Madrid y Barça, también aparecieron José Ángel y Bojan, los dos jugadores que el técnico asturiano se ha llevado de la Liga española para intentar exportar al Calcio un estilo más vistoso y atrevido de lo que se ve en los estadios de fútbol transalpinos. Un cambio cultural que le llevará tiempo. Con todas las buenas intenciones de Luis Enrique, en el conjunto capitalino, para bien y para mal, aún sigue mandando, a sus 34 años, Totti, con toda su sabiduría aplicada a escasa velocidad.
Luis Enrique pretende implantar ciertos aspectos del el método Barça al conjunto romano, con un solo centrocampista defensivo o el intento de dar salida pulcra al esférico desde su propia portería. Cuestión altamente peligrosa si los encargados de tal misión resultan los argentinos Burdisso o Heinze que, superada la treintena, tienen que reinventarse en pasadores además de contundentes defensores. Ni una cosa ni la otra fueron en la noche de Mestalla. Los delanteros valencianistas sacaron los colores a la zaga romanista poco acostumbrada a los contrarios pequeños y veloces.
En la nueva temporada que se presenta, Unai Emery sigue siendo el mismo. La prudencia es su signo. Armar la defensa y aplicar seriedad al centro del campo es su prioridad. La incógnita de Banega, tan buen futbolista como irresponsable profesional que recibió la filípica de la afición en los actos previos al encuentro, amplifica el criterio conservador de Emery, que colocó en la medular a Tino Costa junto a David Albelda, de nuevo capitán valencianista. Tal formato le viene bien al técnico guipuzcuano porque sabe de lo que dispone del centro del campo en adelante. La segunda línea de ataque del Valencia es puro vértigo. A Pablo Hernández y Piatti, el fichaje que más ilusión despierta en la afición de Mestalla, se ha unido de manera sorpresiva Bernat. Del juvenil al primer equipo, sin apenas transición, el canterano está demostrando nivel para hacerse un hueco en Primera, con la habilidad y el descaro que atesoran los buenos zurdos.
Pablo Hernández y Bernat en las bandas y Piatti por el centro iniciaron las hostilidades con sus constantes desmarques y con la velocidad que les caracteriza, volviendo locos a los defensas romanistas. A las tres balas se unió Soldado que actuó como único punta, moviéndose siempre entrelíneas y al límite del fuera de juego, como en un pase de Piatti que el delantero valenciano cruzó a gol con destreza. Era el segundo gol del Valencia. El primero llegó en una incursión de Pablo Hernández que Viviani convirtió en autogol cuando Piatti se disponía a marcar. Sucedió en el primer acto.
Bojan estrelló un balón al travesaño que no atravesó la línea de gol ya en la segunda mitad. Fue lo mejor del Roma cuyo orgullo salió a relucir con los malos modos, con Totti a la cabeza cuando se trata de tomarse vendetta. Adelantó líneas el conjunto de Luis Enrique y el grupo de Emery intentó dar brillo a la contra para la que está bien dotado. Los cambios en ambos equipos no desdibujaron el encuentro y casi al final llegó el gol del canterano Paco Alcácer, para poner la victoria brillante del Valencia que ilusiona a Mestalla.
Trofeo Colombino
Por otro lado, el Atlético de Madrid se ha impuesto, por sexta vez en su historia, en el Trofeo Colombino, al ganar 1-2 al Recreativo de Huelva. El Atlético se adelantó por medio del delantero Adrián a la media hora de juego, pero poco después del descanso Vega empataba el partido. El gol de la victoria del conjunto rojiblanco lo metió Salvio en la recta final del encuentro.
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