Pochettino se aferra al gol de Osvaldo

El Espanyol tuvo que sudar la camiseta y ordenar conceptos para derrotar al equipo anfitrión de esta Copa Catalunya, cuya final disputarán hoy los de Pochettino y el Barcelona de Eusebio. El Gimnàstic de Tarragona salió al césped a dar guerra y abrió el marcador. Hasta que Osvaldo despertó: una filigrana y un testarazo fueron suficientes para confirmar la evidencia. El Espanyol le necesita y el técnico se aferra a él, a su gol, mientras puede. Lento e incómodo el equipo en los primeros compases del encuentro, se apoyó en la habilidad de su punta, cuyo futuro, incierto, quiere conocer Pochettino a la de ya.

El partido fue poco combatido y casi no hubo sustos en la media hora inicial. Los equipos no se molestaron demasiado en hacerse daño hasta que Eloy Gila aprovechó un centro desde la izquierda con un preciso cabezazo. El gol reflejaba el punto débil del Espanyol, que sufría cada vez que Tuni encaraba a Galán en el lateral derecho. Sin embargo, el equipo de Pochettino tardó poco en reaccionar: Osvaldo remató tras una asistencia de Sergio García, con una acrobacia propia del delantero que es.

Los de Cornellà espabilaron tras el descanso. Defienden el título y, al parecer, son el único de los dos pretendientes de Primera al que sí le interesa la Copa, que el año pasado se disputó en pleno mes de diciembre, en formato triangular, y este curso ha sorprendido al Barcelona casi en el aeropuerto, en pleno agosto y recién aterrizado tras una exigente gira por Estados Unidos. Si el Barça, dirigido por Eusebio y no por Guardiola, dispuso una alineación integrada exclusivamente por los jugadores del filial en la segunda semifinal de la noche, el Espanyol asomó por Tarragona con todo lo que tiene a mano. De modo que había que dar mejor imagen.

Y a ello se pusieron, por ejemplo, Javi López y Verdú, que fue el que más insistió en romper la defensa tarraconense. Al final, como tantas veces, el que resolvió fue otra vez Osvaldo. El italo-argentino estuvo fino a la hora de impactar de cabeza un centro magistral de Javi López cuando el partido agonizaba. Fue poco después de que Cristian se luciera al atajar un remate de Powel en el área pequeña y de que Forlín tuviera que abandonar el campo con un esguince en el tobillo derecho.

En días muy ajetreados a causa de los rumores acerca de su permanencia en el club, Osvaldo demostró ser imprescindible para el Espanyol. El máximo artillero blanquiazul de la temporada pasada -con 12 goles en la Liga- resiste en Cornellà-El Prat mientras los directivos esperan una oferta con la que frotarse las manos y sanear las cuentas.

El Barça, en el otro partido del día, derrotó al Girona desde la seguridad de Miño bajo los palos y la sobriedad de Sergi Gómez en el centro de la zaga; impulsado en el segundo tiempo por el arte de Rafa Alcántara, y espoleado por la chispa de Deulofeu. No decepcionó el filial, que se medía a un equipo de igual a igual, a pesar de que el cartel dijera que jugaban un primera contra un conjunto de la Liga Adelante. Y lo hizo a pesar de encontrarse con un gol en contra a la media hora de juego. Esta noche (21.45 horas, TV-3) el Espanyol y el Barcelona reeditarán la final de 2010, un día después de que el fútbol catalán rindiera homenaje al fallecido Dani Jarque. Cornellà-El Prat celebró ayer el segundo aniversario de su muerte.