"Pensar en ganar el Mundial es no entender de qué va la F-1"
Tras ganar en Silverstone, Alonso asegura que atacará en cada carrera y cada cronometrada porque no le queda otra
Fernando Alonso ya no sabe qué hacer para tratar de rebajar la euforia que su hinchada desparrama a raíz de la victoria que consiguió hace dos semanas, la primera del curso para él y para Ferrari, en el circuito de Silverstone, el santuario del motor en Gran Bretaña. A lo largo del año, ha tratado de hacer entender a sus aficionados que el monoplaza que conducía no estaba a la altura del Red Bull, especialmente del de Sebastian Vettel, gobernador implacable del primer tramo de la temporada (seis victorias y tres segundos puestos en nueve grandes premios, y pleno de pole position para los bólidos energéticos). Se venía quejando Alonso del papel de algunos canales comunicativos que, empujados por el deseo de que le fueran bien las cosas, se emperraron una y otra vez en otorgarle opciones, tanto de ganar la carrera como de adjudicarse la pole. Y eso, según el piloto asturiano, impedía que sus seguidores valoraran la importancia de colocar el 150º Italia el cuarto en la parrilla (Valencia), o el tercero (Gran Bretaña). Aún más trabajo se le ha girado al corredor de Ferrari en ese sentido después del resultado obtenido en Silverstone, aunque rápidamente, nada más llegar a Nürburgring, ha vuelto a tirar del freno de mano.
"Estamos muy lejos del liderato [92 puntos]. Pensar en el Mundial en estas circunstancias es no entender de qué va la fórmula 1", ha soltado ante la prensa italiana. En estas condiciones, en el ecuador del campeonato, Alonso no tiene más que una opción: "Arriesgar en cada carrera y en cada cronometrada, y esperar que los Red Bull fallen. Si la ventaja jugara a mi favor iría con más cuidado, pero ahora solo puedo atacar".
El piloto de Oviedo sí que ha reconocido, sin embargo, que volver a ganar significó un chute de aire fresco para la marca de Maranello, un bálsamo para los trabajadores de la fábrica. "Antes colocábamos piezas en el coche que no iban bien. Nos acercamos al podio a partir de Mónaco y al final logramos vencer. Ahora, todo lo que inventan los técnicos funciona", ha relatado el bicampeón del mundo con Renault (2005 y 2006). A la espera de confirmar o no el salto de calidad del prototipo rojo, Alonso sigue pensando que las armas de Red Bull son las más efectivas. "Sin duda tienen el mejor coche porque hace dos semanas consiguieron las dos primeras posiciones en la parrilla y lo han venido haciendo desde hace tiempo", ha matizado el español.
En cuanto al rendimiento que puede ofrecerle su monoplaza en el trazado germano, las dudas son las mismas de cada jueves (y viernes), y eso supone que nada se sabrá hasta la cronometrada del sábado, aunque sí ha querido dejar claro que las prestaciones que el Ferrari demostró tener hace 15 días fueron el resultado de las mejoras introducidas, nunca de la limitación en el uso de los escapes soplados, una norma que solo tuvo vigencia en aquella ocasión. "La limitación en el reglamento no afectó para nada porque todos perdimos. Además, en Valencia [la prueba anterior] tampoco terminé el décimo sino el segundo", ha concluido Alonso.
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