Cristiano despierta al Madrid

Los Chivas no son los Galaxy. El Madrid se dio cuenta muy pronto. Primero por la poca expectación que creó el partido. Por la mañana en el hotel había unos 30 aficionados esperando al equipo blanco y unos 300, ahí al lado, en el Comic-convention esperando un autógrafo del que creó Spiderman. Y segundo por la presión de los mexicanos. Asfixiaron a los blancos durante buena parte del partido delante de no más de 25.000 espectadores. Los de Mourinho encontraron huecos para jugadas a dos toques, pero no la portería. Benzema se apagó muy pronto y Cristiano lo intentó desde la distancia. Hasta que consiguió acercarse. Era el minuto 73. Su gol despertó al Madrid, que había perdido ritmo y garra respecto al primer amistoso. Y si no, basta con ver la rabia con la que lo celebró el portugués. Repitió poco después de penalti. Una vez encontrado el camino, no paró hasta conseguir el tercero.

Además de Sergio Ramos y Khedira (los dos se quedaron en Los Ángeles por unos dolores lumbares y una metatarsalgia en el dedo meñique de un pie, respectivamente), José Mourinho perdió también a Xabi Alonso. El medio español, que iba a ser titular, se retiró justo antes del calentamiento por unas molestias en la zona lumbar. Fue Coentrao quien acompañó a Granero en la medular. El portugués ya jugó de mediocentro contra los Galaxy en la segunda parte. Se le ve igual de cómodo que en el extremo. Juega por dentro y por fuera con la misma naturalidad. Recibe, roba, pide la pelota y ordena la defensa. Por algo sus compañeros llevan días destacando su polivalencia.

A falta de ritmo, Mourinho pudo tomar notas de los detalles que dejaron los nuevos. Coentrao aparte, Varane jugó de inicio con Carvalho en el centro de la zaga. El francés tiene solo 18 años pero se le adivina personalidad. Seguro y rápido para lo alto que es (1,91) tiene una buena salida de balón, buen salto y además maneja las dos piernas.

Cedió el puesto a Albiol en la segunda parte. Rotó de nuevo Mourinho después del descanso con Pepe (por Carvalho), Callejón (por Kaká), Nacho (por Arbeloa) y Casillas (por Adán). Repitió, entre otros, Özil. El nuevo diez del Madrid (heredó el dorsal de Lass) parece que juega andando pero reparte pases con una facilidad extrema. Como el que dio a Cristiano en el tercer gol en el minuto 81. Para entonces, el portugués ya había despertado al Madrid.