Suplente en el Valladolid, héroe en Paraguay
El meta Justo Villar, poco acertado en España, es el portero indiscutible con su selección, a la que ayer dio el pase a las semifinales ante Brasil al parar un penalti
En tres años, Justo Villar (Cerrito; 1977) no ha sido capaz de hacerse con la titularidad en la portería del Valladolid. La desconfianza de los técnicos y la irrupción de figuras como Sergio Asenjo o Javi Jiménez le han condenado al banquillo una y otra vez. Ayer, sin embargo, en la selección paraguaya nadie se cansó de ensalzar su figura. Y es que, más allá del "culo" (suerte) que destacó el seleccionador, Gerardo Martino, la actuación del meta fue clave en la hazaña de su equipo, que se plantó en las semifinales de la Copa América tras eliminar a la todopoderosa Brasil (0-0) en los penaltis. El sentir general lo resumió su compañero Estigarribia: "A partir de hoy, es una leyenda". Y que le llamen leyenda a un meta de Paraguay, cuyo arco fue defendido hasta hace pocos años por el mítico Chilavert, son palabras mayores.
Villar resistió sin arrugarse el asedio al que le sometió la canarinha durante 120 minutos y detuvo una pena máxima en la tanda definitiva, en la que los brasileños lanzaron fuera otras tres. Y es que aunque no ha triunfado en España, en su país nadie le discute. La falta de minutos en su club (seis partidos este año; 23 y 15 en los dos anteriores) no ha sido óbice para que Martino le diera el puesto en el pasado Mundial y en la Copa América. En Sudáfrica brilló. Tras fallar en el gol que le marcó Italia en el debut, se mantuvo imbatido durante tres choques completos, con una prórroga incluida, y aguantó 82 minutos sin encajar contra España en los cuartos. Incluso le detuvo un penalti a Xabi Alonso.
Su trayectoria no había sido tan positiva hasta ahora en el torneo latinoamericano, en el que había encajado cinco goles en la fase de grupos. Villar eligió para reivindicarse el mejor escenario posible, el estadio Ciudad de La Plata. Es el campo del Estudiantes, equipo en el que jugará casi con toda seguridad la próxima temporada -ayer mismo se reunió con su técnico-. Expirado su contrato con el Valladolid, cansado de su situación en España y sabedor del cariño que se le tiene en su continente, probará fortuna de nuevo en Argentina, donde ya fue campeón en 2004, cuando militaba en Newell's.
Ayer, ante tanto elogio recibido, el veterano portero de 34 años se mostró humilde, destacando la labor de todo el equipo por encima de su propia actuación y reconociendo que los penaltis "son una lotería" y que Brasil "hizo de todo para marcar". Precisamente por eso, porque hizo de todo para acabar quedándose a cero, todos le señalaron como el héroe de la noche. Así que, al final, no le quedó más remedio que conceder lo que muchos sospechaban: "Ha sido una de las mejores noches en mi vida futbolística".
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