Japón juega al toque

A las jugadoras de la selección japonesa de fútbol femenino se las conoce como Las Nadeshiko, en referencia a una flor rosa que simboliza la gracia y la belleza. En el Mundial de Alemania, que se disputa desde el 26 de junio, las asiáticas están demostrado que el apelativo las viene al pelo. Con un juego atractivo, han ido avanzando rondas, eliminando a rivales importantes -en cuartos, doblegaron a la selección germana, anfitriona y campeona en las dos últimas ediciones; y en semis apearon a la poderosa Suecia-, y se han plantado en la final (20.45 horas, Eurosport) frente a Estados Unidos. Es la primera vez que llegan tan lejos en esta competición, en la que habían participado cinco veces anteriormente con un balance descorazonador: tres victorias en 16 partidos. En esta edición, sin embargo, han ganado cuatro de los cinco choques que han disputado. Solo Inglaterra ha sido capaz de superarlas. Ahora están a 90 minutos de hacerse con su primer entorchado.

La tarea, en cualquier caso, no es fácil. Estados Unidos, número uno de la clasificación de la FIFA y un país considerado como El Dorado de la disciplina -su Liga es una de las más importantes-, ha sido campeona del mundo en 1991 y 1999. "Creo que el partido se va a decidir por detalles. Por experiencia y por nombres, son favoritas las americanas, pero me gustaría que ganasen las japonesas porque tienen un juego muy parecido al que nos gusta aquí", explica José Ramón Hernández, entrenador del Rayo Vallecano femenino. En la misma línea apunta Marta Cubí, jugadora del Sant Gabriel, de la Superliga española: "A las japonesas les gusta tener el balón y las estadounidenses no están nada incómodas jugando contra ese tipo de equipos". Rafael Gil, entrenador de L'Estartit, de Girona, añade algo más: "Veo fortísimas a las americanas. No dan nunca un partido por perdido".

Pero las japonesas asumen el reto. También ante Alemania partían, a priori, con pocas opciones y acabaron ganando 0-1. Su filosofía de juego está asombrando a todo el mundo. "Hacen un fútbol muy elaborado. Salvando las distancias, tienen un estilo tipo Barça: construyen desde atrás, tocan y tocan. Las estadounidenses son mucho más directas, más verticales, más físicas", indica Hernández. No es el único que piensa así: "Les gusta mucho el toque y son muy bajitas. Se puede decir que son la selección española del fútbol femenino porque están demostrando que lo físico no lo es todo y que se puede ganar jugando al fútbol", asegura Cubí. La jugadora más alta de Japón, de hecho, es la portera Kaihori, que mide 1,70 metros, mientras que Estados Unidos cuenta con alguna futbolista que supera el 1,80. Pero Japón no es solo juego colectivo. La capitana, Sawa, que se desempeña en el centro del campo, destaca sobre el resto. "Añade calidad, calma y toque. Es el pulmón del equipo", asegura Gil. Es, además, la máxima goleadora de su selección, con cuatro tantos.

Las japonesas cuentan con la ventaja de tener una motivación extra: dar a su país una alegría después del terremoto que lo asoló el 11 de marzo. Tras la victoria ante Suecia por 3-1 en semifinales, sacaron una pancarta en la que se leía: "A nuestros amigos de todo el mundo. Gracias por vuestro apoyo". El seleccionador, Sasaki Norio, mostró a sus jugadoras diapositivas con imágenes de las zonas afectadas para motivarlas. "Son muy trabajadoras, trabajan siempre en silencio, sin quejas, son muy fuertes mentalmente y muy disciplinadas. Encima, tienen el plus de saber que compiten para ayudar a la nación", explica Hernández. Por todo ello, las victorias de la selección han logrado relevancia en Japón, cuyos periódicos han llevado las victorias a sus portadas.

Para algunos, el éxito de las japonesas no es una sorpresa, puesto que llevan una progresión ascendente en los últimos años. Hace poco, se situaron entre los cinco primeros de la Clasificación Mundial Femenina de la FIFA y obtuvieron el cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Pekín. Eso hizo que el equipo estuviera confiado antes del campeonato. "Aspiramos a ser el equipo campeón", avisó el seleccionador. "Tenemos que ser campeonas para que la gente del mundo crea en Japón", añadió la jugadora Ohno. Están solo a un paso de lograrlo.