Cavendish recupera el trono
El británico ya no se deja sorprender por Greipel y logra su tercera victoria de etapa de este Tour, además del maillot verde
El Tour parece tener prisa por llegar a la alta montaña. Hoy, un día antes de los primeras rampas de los Pirineos, el HTC y el Europcar han guiado al pelotón a la meta a una velocidad de vértigo pese a que ha sido un día mojado en el que la lluvia iba y venía. El grupo ha rodado a más de 43 km/h de media, superando, ya en bajada, algunos momentos los 75 km/h. Delante, seis escapados -Rubén Pérez (Euskaltel), el holandés Lars Boom (Rabobank), el ucraniano Andrey Grivkol (Astana) y los franceses Mickeal Delage (FDJ), Tristan Valentin (Cofidis) y Jimmy Engoulvent (Saur)- han mantenido la distancia como han podido hasta cuatro kilómetros de la meta. Terreno de Cavendish, por más que Greipel quisiera demostrar, una vez más, lo contrario. El ciclista de Isla de Man ya suma tres sprints en este Tour y 18 en su carrera en la ronda gala.
En la jornada de ayer, la que ganó Greipel, los ataques en los últimos kilómetros del Omega-Pharma desfondaron al equipo de Cavendish, que se tuvo que guisar el solo el sprint, que acabó cediendo en la línea de meta. Por eso, hoy, cuando vieron que otros equipos, además del Europcar, se unían a la caza de los fugados, poco a poco, kilómetro a kilómetro, empezaron a retrasar su posición dejando que otros también se desgastaran. Por la cabeza pasaron corredores del Garmin, del Omega-Pharma, incluso, algún hombre del BMC. Aunque el HTC siempre estaba allí y cuando el ritmo bajaba, andaban cerca Eisel, Goss y Van Garderen para que le gente no se durmiera. Al final solo llegó Renshaw, pero fue suficiente.
A 400 metros, Renshaw arrancó por la derecha. A la izquierda se destacaba Greipel, cosa que vio Cavendish, que superó ya al generoso y desfondado Renshaw para jugársela los dos en los últimos 200 metros. Espacio suficiente para que Cavendish demostrara una vez más su poderío, su fiereza en la pedalada y superar, esta vez sin oposición alguna, la réplica de Greipel. Un triunfo que le repara las heridas de la jornada anterior y que le convierte en el nuevo portador del maillot verde.
El resto del día, raro ya en este accidentado Tour, repleto de caídas y sin que nadie tuviera que lamentar desgracias, transcurrió tranquil. Mañana empieza la lucha por la general con final en Luz-Ardidien, previo paso por el Tourmalet. Montaña; terreno para otros protagonistas, para los que aspiran al triunfo final. Pero eso ya no le importa a Cavendish, que vuelve a ser el rey del sprint.
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