"Si estoy en condiciones de ayudar a Contador, lo haré"

El pelotón ya piensa en la alta montaña, unos pocos agradecidos y otros muchos resignados. Entre los primeros están Samuel Sánchez y Alberto Contador; entre los segundos, Mark Cavendish, vencedor hoy, y Voeckler, actual líder de la general. "El objetivo ahora es una victoria de etapa", asegura Sánchez, que tras el tiempo perdido en los primeros días, se le antoja complicado acabar entre los tres primeros; "sería lógico terminar en el pódium, pero el Tour no comenzó exactamente como queríamos. Aunque todavía hay un largo camino por recorrer". Si tuviera que elegir dónde ganar, el asturiano lo tiene claro: "En los Pirineos es mejor porque Euskaltel [su equipo] congrega allí muchos aficionados que tiñen de naranja la etapa con sus camisetas, y sería especialmente emocionante". A partir de mañana y con la ansiada victoria parcial en mente, el líder del equipo vasco no tendría problemas en apoyar en lo que pueda al vigente campeón de la ronda gala, Alberto Contador. "Por supuesto que podemos ser aliados", afirmó Sánchez; "cuando Alberto ataca en la montaña es muy difícil seguirle, pero si estoy en condiciones de ayudarle, lo haré".

Por su parte, el ciclista de Pinto se muestra prudente de cara a la etapa de mañana y prefiere esperar a ver cómo le afectan las secuelas de las caídas de los días anteriores. "La rodilla me ha respondido bien", ha comentado Contador en la meta de Lavaur; "pero hoy no se ha subido el Tourmalet. Mañana, hay que ver cómo responde y esperar al último puerto". Aun así, el tres veces ganador del Tour se quita la presión: "Los que tienen que llevar la iniciativa son otros, mi momento es más tarde".

En el lado opuesto a Contador y Sánchez están aquellos que sufren en las pendientes, como el vencedor de hoy, Mark Cavendish, que ya piensa en que se acabe la montaña. "Quedan dos llegadas al sprint: Montpellier, el domingo, y París. Va a ser difícil porque me canso poco a poco, pero voy a seguir luchando". De la victoria de hoy, ha resaltado que se lo dedica a sus compañeros de equipo, que, sobre todo después de la derrota de ayer, han trabajado mucho: "Ayer cometí un pequeño error, pero lo que realmente me decepciona es que mis ocho compañeros pedaleen hasta la extenuación por mí y que yo después no pueda culminar el trabajo. Les dije que hoy ganaría".

Otro que mañana pasará a un segundo plano es el líder de la general, Voeckler, que tiene asumido que mañana no será el hombre más fuerte y ha destacado que lo importante es llegar a los Pirineos de líder. "Ha sido un día mojado y estresante, pero un día más vestido de amarillo es genial", ha dicho el menudo corredor francés; "para ser honestos, espero perder el maillot de líder mañana, lo que no significa que no vaya a luchar por conservarlo". Mañana la llegada será a 1.715m, en la cima del Luz Ardiden, donde se espera que llueva, allí la resistencia sustituirá a la velocidad.