Vía libre para Nuria Fernández

Hace un par de semanas el Consejo Superior de Deportes (CSD) anunció una resolución que impediría competir con la camiseta de España a cualquier deportista relacionado con el dopaje. Y no solo a los imputados por un delito de dopaje (tráfico de sustancias) sino también a aquellos sobre los que existieran sospechas fundadas, y recogidas en un documento judicial, de que se hubieran dopado. Todo el mundo pensó en los atletas de la Operación Galgo. En Marta Domínguez, la estrella de la trama, que acaba de ser madre y no tiene ninguna competición a la vista, y, sobre todo, en Nuria Fernández, que se prepara con fuerza para los Mundiales del mes que viene. Desde ayer, la campeona de Europa de 1.500m tiene pista libre para esta cita.

El CSD dio marcha atrás y anunció ayer la eliminación del supuesto más polémico de su resolución: "los deportistas que aparezcan mencionados en resoluciones judiciales (...) que impliquen la existencia de indicios racionales de infracciones administrativas o deportivas cometidas en materia de dopaje". Estas líneas parecían escritas pensando en Nuria Fernández.

El paso dado por el CSD tiene mucho que ver con la evolución de la Operación Galgo, que estalló el 9 de diciembre. Desde entonces el CSD ha solicitado las pruebas que, según la juez, convierten a Nuria Fernández y otros atletas implicados en "sujetos pasivos de dopaje" y que permitirían sancionarlos en la vía deportiva. Pero no lo ha conseguido. Además, en los últimos días Marta Domínguez ha sido absuelta de la acusación de suministrar sustancias dopantes a otros atletas.

El CSD mantiene viva la posibilidad de vetar la participación de las selecciones españolas que convoquen a imputados por dopaje o que tengan procedimientos abiertos por la misma razón, así como retirarles la subvención.