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Los 'novatos' atacan la Jarra de Plata

Ninguno de los grandes favoritos ha ganado un Open Británico, y solo tres tienen un grande

Tras una década en la que Europa solo ha cosechado dos victorias en el Open Británico (Padraig Harrington en 2007 y 2008), el torneo más antiguo del mundo comienza mañana en el Royal St. George's con un claro sabor a victoria europea. Los golfistas del viejo continente copan los primeros puestos del ránking mundial desde que Tiger Woods se saliese de escena. Son jóvenes y tienen mucho golf, pero ninguno de ellos ha conquistado la Jarra de Plata y tan solo tres de los grandes favoritos han ganado un major. La lucha está servida.

Rory McIlroy, Irlanda del Norte, 22 años, número cuatro del mundo

Su victoria en el Abierto de Estados Unidos en Congressional por ocho golpes de diferencia, siendo líder desde el primer día y batiendo buena parte de todos los récords, sitúa al joven norirlandés como máximo favorito a la victoria en la 140 edición del Open Británico. McIlroy ya fue líder del torneo el año pasado en St. Andrews en la primera jornada, marcando el récord de la vuelta más baja en un Open (63, nueve bajo par) y acabó tercero a ocho golpes del surafricano Louis Oosthuizen. Además, el norirlandés se puede convertir en el primer jugador del mundo en conquistar el Open Británico y el Abierto de Estados Unidos en el mismo año desde 2000, cuando lo consiguiera un imperial Tiger Woods, ausente este año por lesión.

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Luke Donald, Inglaterra, 33 años, número uno del mundo

Tres victorias y dos segundos puestos en 13 torneos este año le han coronado como número uno del mundo por encima de su compatriota Lee Westwoood. A sus 33 años, Donald lleva dos acechando la victoria que le falta, un major, especialmente el Open, en que el año pasado acabó undécimo. Viene de ganar la semana pasada en el Abierto de Escocia, histórico preámbulo del Open Británico, tras una última vuelta en la que demostró por qué es el mejor jugador del mundo. Durante años acusó una falta de distancia desde el tee que ha ido paliando con una impresionante precisión en los golpes a green y con el putter, estadísticas en las que está entre los cinco primeros en el circuito americano. Gran candidato a ganar el Británico.

Lee Westwood, Inglaterra, 38 años, número dos del mundo

Westwood, de 38 años, acabó con el reinado de Tiger el pasado mes de noviembre comandando una invasión de los golfistas europeos a los puestos de honor del ránking mundial. El inglés nunca ha ganado un major en 54 intentos, pero tiene en su haber siete clasificaciones entre los cinco primeros en las últimas siete grandes citas que ha disputado (se perdió el Campeonato de la PGA el año pasado por lesión). Un largo historial que recuerda al de Colin Montgomerie, que tiene el título extraoficial de mejor jugador de la historia sin un grande. Westwood tiene buenos recuerdos de Sandwich, nombre con el que se conoce al Royal St. Geroge?s: ganó aquí el British Amateur, el torneo aficionado más importante del mundo, a principios de los noventa.

Sergio García, España, 31 años

El año pasado Sergio García llegó a St. Andrews sumido en un mar de dudas. Poco después dejaba temporalmente el golf para a los dos meses volver y desde entonces todo han sido buenas noticias. Relegado al puesto 78 de la clasificación mundial (ahora es el 53), García ha demostrado una gran madurez y se ha ganado a base de esfuerzo el puesto en los principales torneos del año. Superó la presión, se clasificó en la última previa para el Abierto de Estados Unidos (donde quedó séptimo) y consiguió una plaza en el Open Británico quedando segundo hace dos semanas en Alemania (perdió el playoff contra Larrazábal). Por ello su nombre suena con fuerza para la victoria final. La Jarra de Plata se le resiste, pero seis posiciones entre los 10 primeros en su carrera en el Open, incluido un segundo puesto en Carnoustie en 2007, son la demostración de que este es su torneo, y 48 grandes sin ganar son demasiados. García lidera una buena participación española que se presenta en Londres con cinco representantes: junto a él, Miguel Ángel Jiménez, Álvaro Quirós, Pablo Larrazábal y Alejandro Cañizares.

Martin Kaymer, Alemania, 25 años, tercero del mundo

Martin Kaymer llega al Open un año después de haber ganado el Campeonato de la PGA y a los pocos meses de haber disfrutado de un periplo efímero como número uno del mundo (conseguido tras ganar en Abu Dabi a finales de enero). El alemán es una maza. Muy habilidoso, es muy regular en todas las facetas del juego, lo que le ha permitido alcanzar cuatro puestos entre los 10 primeros en sus 14 participaciones en majors. Este año, después de haber sido número uno, no ha estado a la altura de lo que se esperaba y su juego ha generado dudas, pero el sucesor de Bernhard Langer al frente del golf alemán ya quedó séptimo el año pasado en St. Andrews y a pesar de que no figura en las quinielas como gran favorito, habrá que tenerle en cuenta.

Graeme McDowell, Irlanda del Norte, 32 años, número nueve del mundo

GMac, nombre de guerra del norirlandés, dio el año pasado la gran sorpresa al ganar el Abierto de Estados Unidos en el terrible campo que preparó la USGA en Pebble Beach. McDowell demostró en aquel momento que tiene mucho golf en sus manos y lo corroboró con una extraordinaria participación en la Ryder Cup del año pasado. Pero esta temporada está siendo un poco decepcionante para el de Irlanda del Norte. Empezó muy fuerte, con varios puestos entre los 10 primeros, pero desde entonces sus actuaciones no han sido tan destacables. Jugar con viento y en un campo seco, como se esperan los dos primeros días en Londres, son sus grandes bazas.

Los estadounidenses

Tras cinco majors seguidos sin conocer la victoria, Estados Unidos llega al Royal St. George?s sin muchas expectativas. A pesar de haber ganado seis de los últimos 10 majors en suelo británico, y con 52 golfistas en liza, solo Steve Stricker, 44 años, número cinco del mundo y el hombre que más birdies ha hecho este año, parece dispuesto a discutir la supremacía europea. Al él se pueden unir nombres como Phil Mickelson, Nick Watney, Matt Kuchar, el australiano Jason Day, segundo en el Masters y el Abierto de Estados Unidos, y el sudafricano Charlz Schwartzel, campeón de la chaqueta verde, entre otros. Pero no son los únicos.

El Open Británico tiene 156 participantes este año y es un torneo que no entiende de nombres. Por ello cualquier jugador tiene sus opciones de ganar. El año pasado Louis Oosthuizen tuvo una gran semana y arrasó. Ganó con siete golpes de diferencia a un nada despreciable elenco de golfistas. La última vez que se jugó en Sandwich ganó un absoluto desconocido: Ben Curtis. Un jugador cuyo nombre no ha vuelto a verse en lo alto de ninguna clasificación, pero que hace ocho años se llevó un Open Británico. Y hoy, ninguno de los grandes favoritos lo tiene.

El golfista británico Luke Donald.
El golfista británico Luke Donald.GETTY

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