Barkero regresa a tiempo

De pequeño, José Javier Barkero (Aretxabaleta, Guipúzcoa; 1979) quería ser portero porque tenía como ídolo a Andoni Zubizarreta, su vecino. No fue así. Su evolución futbolística y su zurda prodigiosa le convirtieron, al revés, en una amenaza constante para aquellos guardametas que observaba con admiración. En 1999, con 20 años, conquistó el Campeonato del Mundo sub 20 en Nigeria y él marcó el primero de los cuatro goles que sepultaron a Japón en la final. Era el principio de una carrera exitosa que, sin embargo, se encalló en la Real Sociedad, donde se formó desde niño. Para reencontrarse con su fútbol, tuvo que irse, primero al Albacete y luego al Numancia, donde ha encadenado tres temporadas -una en Primera y dos en Segunda- extremadamente positivas. El jugador vasco, que garantiza goles, talento y versatilidad, vuelve ahora a la élite del fútbol español con la zamarra del Levante, con el que ha firmado un contrato por dos temporadas.

"Es la primera pieza importante del nuevo proyecto", anunció Manolo Salvador, director deportivo del club valenciano, el día en el que se anunció el fichaje; "puede jugar en cualquier posición por detrás del punta. A balón parado puede dar mucho". El paso en Soria fue fundamental para que Barkero volviera a confiar en su calidad. "Las sensaciones que tengo son agridulces. Vuelvo a la Primera División y esto me enorgullece, pero un cachito de mi corazón se queda allí, por lo bien que lo hice y lo fenomenal que me lo pasé", comenta el vasco al otro lado del teléfono.

El primer año, en Primera, metió 12 goles, dos de ellos en el Bernabéu y en el Camp Nou, ambos de una belleza extraordinaria. En las temporadas en Segunda, anotó 21 dianas, 15 de ellas en el último curso en el que fue el máximo goleador de su equipo. Demostró, además, una constancia notable, disputando 77 partidos de 84 posibles. "Le he utilizado de falso delantero, de interior, por la derecha, por la izquierda... Mete muchos goles porque es más de llegar que de estar", se regocijaba durante el curso pasado Juan Carlos Unzué, el entrenador del Numancia.

"Espero mantenerme otras dos temporadas a este nivel", comenta el extremo. Con 32 años, Barkero ha alcanzado tarde su madurez futbolística. Hasta los 27, intentó triunfar con la Real Sociedad, sin éxito. En un primer momento por la presencia de Javier de Pedro, dueño absoluto de la banda izquierda del equipo de San Sebastián. Luego, cuando este se marchó en 2004, Barkero tampoco consiguió lucirse. "La presión que se ejerció sobre él me pareció exagerada", recuerda Labaka, defensa de la Real, que coincidió con Barkero. "No todo el mundo puede tener el privilegio de ser comparado con De Pedro, pero llevaron esa comparación al límite y se acabó con perjudicarlo en lugar que estimularlo", opina Labaka.

Ahora, por primera vez, tendrá la oportunidad de enfrentarse a su viejo equipo en la máxima división, donde nunca coincidieron como rivales. "¡Hombre!, para mí es algo especial, estuve 15 años de mi vida allí. Espero ese día con mucha ilusión... Ilusión es la única palabra que me sale pensando en cómo será", comenta el guipuzcoano. Con retraso, Barkero ha vuelto.