Posesos del balón

"Gracias, vieja", podría decir la selección sub 21 emulando a Di Stéfano. Su adoración por el balón, el elemento clave del juego (sin él no se puede jugar al fútbol) es tal que la obsesión se ha trasladado a los equipos rivales en la búsqueda de la forma de quitarle su tesoro al conjunto de Luis Milla. Cada seleccionador que se ha enfrentado a España ha dicho conocer la fórmula para desnudar a España, pero ninguno lo ha conseguido. El balón es la clave. En tres partidos, España no ha bajado del 60% de posesión global de la pelota. Así lo reflejan las estadísticas ante Inglaterra (60%), ante Ucrania (64%) y ante la República Checa (66%). Las estadísticas son frías, pero si se afina se encuentra que, por ejemplo, de los 64.34 minutos que estuvo el balón en juego ante Ucrania, España lo tuvo 40.41 minutos. Y así sucesivamente.

Jugar con balón divierte. Sin balón no solo aburre, sino que cansa. Y España, al amparo de un fútbol memorístico y de alto nivel técnico, se adueña en este Europeo del esférico con una facilidad técnica y táctica que acaba rumiando la psicología del rival. Inglaterra trató de evitarlo con una férrea disposición táctica y consiguió un afortunado empate; los checos, utilizaron la vieja arma del reparto de estopa; Ucrania, nunca supo qué hacer. Sin balón no se juega y a España es difícil quitárselo hasta el punto de que el rival espera un fallo, un arabesco desafortunado, un error humano del equipo de Milla, para intentar jugar al fútbol.

Olvidándose del tanto por ciento, a veces difuso, lo cierto es que hasta ahora los partidos de España se dividen en tres partes estadísticas: la mitad, tiene el balón la Roja; la cuarta parte, el rival; y la otra cuarta parte, o está parado o está fuera del campo.

Eso no le ha garantizado a España una situación abrumadora de remates, estadística que curiosamente lidera la eliminada Dinamarca (26). España es cuarta, con 10. La selectividad española es importante. A veces el remate es un signo de desesperación; a veces, un síntoma de elaboración. De hecho, el máximo rematador del torneo es delantero inglés, Sturridge (8) mientras el primer español es Mata (4). Inglaterra toma ya el té en el Reino Unido.

"España es un equipo que crece cada día en este campeonato", afirma Luis Milla, "y siempre hemos partido de la base de defender nuestro estilo, nuestra idea de fútbol, en total comunión con la absoluta. Hemos trabajado la mejor manera de llegar al área y concibiendo que el balón es el mejor argumento para conseguirlo". Más allá de las cifras globales España ha conseguido su objetivo: es el que más se divierte, "la vieja" está siempre a su pies, tiene al pichichi del campeonato (Adrián, tres goles), al mejor asistente (Mata, 2), al futbolista que más faltas recibe (Javi Martínez, 13) y es el primer equipo en recibir las tarascadas del contrario (57). El balón es el que manda y admite pocos debates.