Tragedia en el Monumental

La delicada situación del River, que deberá jugar la promoción de descenso tras caer anoche frente al Lanús, ha dejado consternado al barrio porteño de Núñez y a sus hinchas. Resignada, la afición millonaria ha asistido al progresivo declive de su equipo, que deambula sin pena ni gloria por la Liga argentina en los últimos años y que, con la soga al cuello, no ha sido capaz de conseguir ni una sola victoria en las siete últimas jornadas del Torneo Clausura.

Conforme avanzaban los minutos frente a Lanús en el último duelo, el runrún resonaba en la grada y la tensión que se alcanzó en el Monumental fue de tal magnitud que, en pleno partido, los servicios médicos del estadio tuvieron que acceder hasta una de las tribunas del estadio para atender a una persona de 68 años, que sufrió un paro cardiaco. Falleció poco después en el hospital Pirovano. "Los servicios médicos del club atendieron, además, a numerosas personas por crisis nerviosas", señalan desde el River Plate.

La ira de la hinchada creció hasta la explosión final, cuando Leandro Díaz se fabricó un golazo y certificó el oscuro destino de River, que ahora deberá verse las caras con el Belgrano y luchar por eludir el descenso por primera vez en toda su historia. "¡Que se vayan todos! ¡Que no quede ni uno solo!", clamaban los seguidores después de que el árbitro decretase el final del encuentro.

Hoy, la prensa del país, tanto la generalista como los medios estrictamente deportivos, destacan el batacazo del conjunto platense, el más laureado de Argentina con 33 Ligas. "Terror Monumental", titula el diario Olé. "River volvió a fallar", incide Clarín. "El peor momento de la historia de River", ahonda el periódico La Nación, que asegura que a Daniel Pasarella, presidente del club, "le pesó la herencia de las malas administraciones".