Dwight Howard: "Minnesota necesita un base como Ricky Rubio"

Dwight Howard, uno de los pívots más dominadores de la NBA (22,9 puntos y 14,1 rebotes de media esta temporada con los Magic de Orlando), impresiona incluso sentado en la silla desde la que atiende a los medios en el madrileño estadio Santiago Bernabéu, donde se encuentra promocionando la Liga norteamericana. Sus 212 centímetros de altura y su enorme musculatura, que resalta involuntariamente con cada mínimo gesto de los brazos, contrastan con la perenne sonrisa de un chaval de 25 años, la cual no se le cae de la cara en ningún momento, pese a que lleva ya dos semanas viajando por Europa, protagonizando actos como el de hoy.

Su llegada a Madrid coincide con el anuncio de Ricky Rubio de jugar la próxima temporada en los Minnesota Timberwolves, algo que aplaude el pívot: "Creo que ha sido una decisión acertada. Ha tenido una buena carrera hasta ahora. Al principio será duro para él y tendrá que esforzarse mucho. Está en un equipo joven y atlético, que necesita un base como Ricky". Sin embargo, Minnesota, el peor equipo de la temporada pasada, está lejos de la obsesión de Howard desde su llegada a la Liga, el anillo de campeón. "Mi meta siempre ha sido convertirme en uno de los mejores que hayan practicado este juego", reconoce, mientras se pone como objetivo ineludible el anillo de campeón: "Todos los días pienso en él. No quiero ganar un anillo, sino varios. Nosotros no jugamos por dinero, jugamos para ganar. Lo que la gente recuerda es quién ganó, no quién fue segundo o tercero. Patrick Ewing fue un gran, gran, gran jugador, pero se quedó sin él. Sin embargo, Shaquille O'Neal [cuatro campeonatos] o Bill Russell [11]... El anillo es la joya que te permite decir que fuiste uno de los mejores. Son los campeonatos los que te dan ese honor".

Tras haber llegado a la final de la NBA hace dos años, esta temporada ha caído en la primera ronda, lo que ha disparado los comentarios sobre su posible salida del equipo al final de la próxima campaña, cuando podría quedar libre. "No he firmado una extensión de contrato porque creo que en todo caso sería mejor un nuevo contrato. Pero no quiero sentirme presionado para hacerlo. He dado lo mejor de mí durante siete años en Orlando y quiero asegurarme de que el equipo va al mismo paso que yo, para que sea lo mejor para mí y para mi carrera". ¿Ha pensado sobre algún posible destino? "Es lo que todo el mundo me ha preguntado desde que estoy aquí", se ríe, "pero no os puedo decir nada. Tengo sueños... pero son solo sueños". La rumorología ha apuntado en dirección a Los Ángeles Lakers: "No lo sé", asegura, siempre con la sonrisa en la cara.

Si finalmente se decidiera por California, seguiría los pasos de O'Neal, que también dejó Orlando por la franquicia de oro y púrpura. "No creo que Shaq quisiera dejar Orlando, él lo que quería era expandir su carrera... Y lo que ha conseguido es legendario". Una vez allí, podría coincidir con Pau Gasol, del que niega las acusaciones de ser un jugador blando: "Yo creo que es un jugador inteligente, que no necesita de la fuerza bruta y que tiene un don en ataque. Aunque sabe jugar físico". Buenas palabras que también tiene para su hermano Marc: "Me gustó desde que me enfrenté contra él en los Juegos Olímpicos [en la final de Pekín 2008, en la que venció EEUU tras un gran encuentro]. Ha perdido mucho peso desde entonces. Es un jugador con muy buen tacto cerca del aro y que puede anotar con las dos manos. Me gustaría jugar con él".

Pese a que se le nota impaciente por empezar una nueva carrera por el título, Howard admite la posibilidad del cierre patronal: "No me gustaría que se produjera. Este ha sido uno de los mejores años de la NBA. Mucha gente la ha visto y el baloncesto ha crecido mucho. Sin embargo, si se produce seguiré entrenando para mejorar. Aunque también aprovecharé para ver mundo y hacer otras cosas que me gustan, como actuar o doblar películas de dibujos animados, que me encanta". Pase lo que pase, Dwight Howard seguirá jugando.