Urrutia, del centro del campo al centro del palco
El exfutbolista del Athletic compite con García Macua en las elecciones a la presidencia del club
Josu Urrutia (Bilbao, 1968) se lo ha pensado mucho antes de decidirse a optar a la presidencia del Athletic. En realidad lleva años discutiendo consigo mismo cuál era la mejor manera de "devolver al Athletic lo que el Athletic me ha dado", suele repetir. Tenía algunas cosas claras: que no quería ser entrenador, que se veía más en una faceta institucional (de primer o quinto nivel), para preocuparse del mantenimiento progresista de las esencias rojiblancas. Finalmente, de tanto arrugar su almohada ha decidido dar el paso de concurrir a las elecciones a la presidencia del Athletic con un proyecto que hace más hincapié en el estilo que en los nombres propios, un asunto complicado cuando las elecciones en el Athletic se deciden más por nombres propios que por filosofías y esencias.
Josu Urrutia funciona como un referente en el Athletic: jugador de una sola camiseta en 25 años de fútbol, vizcaíno, nacionalista, euskaldun, jamás se planteó otro futuro que no pasara por San Mamés, aunque ocasiones hubo para cambiar de aires. "Es lo que mamé en casa y con eso me crié", suele afirmar, antes de reclamar a cada socio que se pregunte qué hace por el Athletic en su día a día, en su nivel de posibilidades. El Athletic y él se dedicaron mutuamente 16 temporadas en el primer equipo en las que disputo 401 partidos oficiales
Tanta vuelta a la almohada ha acabado por convencerle de que había que apostar, a pesar de hacerlo en un momento difícil para la victoria frente a un candidato que aporta una hoja de servicios llena de buenas noticias, (deportivas, económicas, sociales), Fernando García Macua, aunque adolece de imagen pública. Las vueltas a la almohada eran similares a las que daba con el balón en el centro del campo, en su segunda mitad como futbolista, antes de asegurar el pase adecuado. El 7 de julio, día de San Fermín, se sabrá si el pase va al compañero o sale fuera de banda.
Mientras tanto, solo ha dejado unas pocas pinceladas concretas: José Mari Amorrortu será su hombre de confianza deportivo, tras abandonar el futbol base del Atlético, mientras dos exjugadores, Larrazabal y Joseba Etxeberria podrían formar parte de su plantel técnico en las categorías inferiores. Sobre el entrenador, como su competidor, el hasta ahora presidente García Macua, no suelta prenda. Su hombre hubiera sido Valverde, pero las elecciones son una oportunidad para los desamparados, no para quienes tienen que jugarse su futuro a cara o cruz en dos días. Valverde fichó por el Olympiacos aunque el lunes estuvo en la presentación de la candidatura de Urrutia, dando su apoyo al candidato aunque rechazando cualquier desvinculación del equipo griego. Junto a él, otros exfutbolistas le prestaron su apoyo, entre ellos los guipuzcoanos Imaz y Mikel Lasa o el vizcaíno Mendiguren. Expresidentes como Pedro Aurtenetxe o José María Arrate también le acompañaron el lunes en la presentación de la candidatura-
Urrutia suele decir que en su carrera como futbolista tuvo muchos y buenos entrenadores pero siempre lamento que jamás le entrenara un técnico argentino. Quizás por eso muchos le asocian a Marcelo Bielsa, aún libre en el mercado. "No hay nada con nadie", afirma. "No me siento legitimado para hablar con ningún entrenador en tanto no sea oficialmente candidato (algo que se producirá el viernes 17 cuando se cierre el plazo de presentación de avales) y decirle que espere hasta que sea proclamado candidato y que después me espere a ver si gano las elecciones. Eso no quiere decir que no estemos estableciendo el perfil de lo que buscamos y a lo que podemos llegar". El balón aún no ha cruzado el medio campo.
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