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Más de 30 tornillos fijan la tibia de Simón

El hueso se rompió en tantos fragmentos que ni siquiera se pudieron contar

La tibia de Julián Simón había estallado de tal manera que quedó descompuesta en tantos fragmentos que ni siquiera el doctor Ángel Villamor, el traumatólogo que lo operó la tarde del lunes, acierta a cifrar el número de fragmentos de hueso que tuvo que reconstruir con la minuciosidad y la paciencia de un artista. La intervención quirúrgica para recomponer la tibia y el peroné del piloto, que el domingo pasado tuvo un accidente estremecedor durante la carrera de Moto2 en Montmeló -fue atropellado por Kenan Sufouglu-, fue larga, más de tres horas, y muy compleja.

"Creo que es una de las fracturas con más fragmentos que he visto", indica el médico. Tal fue el impacto, seguramente de una de las dos motos implicadas en el choque. El tiempo estimado, que no de recuperación total, para que el corredor del equipo Aspar pueda volver a competir en moto es de entre cinco y seis semanas. De hecho, el objetivo es correr el GP de Alemania, el 17 de julio. "Aunque él ya está regateando para poder volver antes", ríe Villamor.

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Simón, roto

A las lesiones como ésta las llaman fracturas por accidente de alta energía. Y obligó al equipo de Villamor a reconstruir un segmento de unos 10 cm de la tibia de Simón sobre la mesa de operaciones, de tantas piezas en que estaba roto. "Lo reconstruimos primero con pequeños tornillos y ya entonces pudimos volver a colocarlo en su lugar para fijarlo con las placas de titanio. Es más, mis colegas han tenido que ir tallando las placas que teníamos preparadas para las operaciones, con una herramienta que se usa para tallar el diamante, para hacerlas minúsculas y que pudieran servirnos en este caso".

Ni siquiera sabe, tampoco, cuantos tornillos necesitó para reubicar cada parte del hueso. La operación se realizó después de hacerle un escáner y de disponer de una serie de imágenes que permitieron estudiar con anterioridad la reconstrucción tridimensional de la tibia del paciente. La fijación del peroné, con una fractura limpia, no supuso mayores problemas. Una vez sintetizadas las fracturas, se procedió a infiltrar con plasma rico en factores de crecimiento las zonas afectadas.

Simón, sin embargo, se entretuvo la mañana del martes en contar todos los tornillos que apreciaba en las diferentes placas: "Me ha dicho que ha contado unos 30, pero debe haber más porque hay algunos que son tan pequeños que no se aprecian o se montan encima de otros", añadía el doctor, pendiente estos días también de la evolución de la operación de rodilla que le practicó al Rey Don Juan Carlos.

La buena noticia es que la lesión se produjo a una altura a medio camino entre el tobillo y la rodilla del piloto, de modo que no ha afectado a ninguna de las articulaciones, lo que facilitará su recuperación. De hecho, el corredor ya ha empezado a mover el tobillo, algo aconsejable para que la musculatura no quede rígida. "Ya mueve la articulación lo suficiente como para cambiar de marcha", explica Villamor. "Se debe evitar que en la cicatrización se forme un callo que impida la movilidad de la articulación del tobillo, uno de los principales problemas en este tipo de lesiones", añade. Simón empezará la misma tarde del martes los primeros ejercicios de rehabilitación pasiva. Y el jueves podría tener el alta médica y regresar a casa.

Radiografías de las fracturas de Julián Simón.
Radiografías de las fracturas de Julián Simón.
Julián Simón, arrollado por el turco Kenan Sofuoglu en la carrera de Moto2.
Julián Simón, arrollado por el turco Kenan Sofuoglu en la carrera de Moto2.REUTERS

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