Sanción a Zarco y gana Terol

La grada principal del circuito de Montmeló esperaba la llegada de Johann Zarco con los pulgares hacia bajo, dictando sentencia, y al grito de "fuera, fuera". El francés, que salía desde la cuarta posición, habría hecho una carrera excelente de no ser por los últimos metros. Había llegado a las últimas cinco vueltas pegado al colín de Terol. Marcó la vuelta rápida de la carrera a falta de cuatro giros y unas curvas más tarde el alcoyano le cedió el paso. Quería jugársela Terol en la última vuelta y que otro gastara sus energías tras largos minutos en cabeza. Recuperó la posición luego, según lo previsto; pero llegó a la última curva, una rapidísima a derecha, con Zarco tan cerca que le robó la cartera, por el interior. Claro que salió tan revolucionado que, emparejado como estaba en la misma línea de meta con el alicantino, no pudo más que apoyarse en este y sacarlo de la pista. Terol se desplazó durante unos metros sobre la hierba, húmeda y resbaladiza. Entró en la meta en segunda posición, mientras se lamentaba de la jugada.

Dirección de carrera tardó apenas unos minutos en anunciar que sancionaría al francés con 20 segundos. Así que Terol y su Aprilia se apuntaron la cuarta victoria del año. Maverick Viñales, el debutante más brillante de la categoría, subió de la tercera a la segunda posición. Y Folger fue premiado con el último escalón del podio. Zarco finalmente se clasificó en sexta posición.

Siempre está dispuesto Zarco cuando caen unas gotas, como ocurrió en este GP de Cataluña. La carrera se disputó en seco y, de hecho, todos los pilotos calzaban neumáticos lisos. Pero algunas zonas del circuito estaban todavía mojadas a causa del chapuzón que cayó durante horas en la madrugada del domingo. No asomó el sol, de modo que el asfalto se iba secando muy poco a poco. Así las cosas, fueron Nico Terol y el jovencísimo Viñales quienes abrieron distancias con el resto a la primera de cambio, dejando atrás al compañero del primero en el equipo Aspar, Héctor Faubel, segundo clasificado el sábado.

Se puso el catalán en cabeza ya en la segunda vuelta. Terol no lo perdía de vista mientras, tras él, Zarco y Folger apretaban los dientes. Justo en el ecuador de la prueba andaban Terol, Zarco y Viñales separados por escasas tres décimas. Hasta que a cinco vueltas para el final, el tercero terminó con sus neumáticos y empezó a perder dos segundos por vuelta. No arriesgó lo más mínimo, pues tras él no venía nadie a menos de ocho segundo, un mundo. Fue entonces cuando Terol y Zarco empezaron a rifarse la victoria a golpe de vuelta rápida. Se la apuntó el francés, aunque luego fue sancionado.