El Salamanca está vivo

El Salamanca era, en la jornada 34, carne de Segunda División B. En ese momento, había sumado solo nueve puntos de los últimos 63 posibles, estaba a cinco de la salvación y el club había destituido ya a dos entrenadores, Óscar Cano y Pepe Murcia. Solo un brillante arranque de temporada, en el que se mantuvo invicto en los seis primeros partidos, maquillaba ligeramente los malos números. El club decidió entonces apostar por Balta, un hombre de la casa. Era exjugador del equipo, ya había entrenado al conjunto en etapas anteriores y conocía de sobra a la plantilla, puesto que era el director técnico. Desde su llegada al banquillo, el Salamanca ha ganado cuatro partidos -el último, el fin de semana pasado, 2-0 al Cartagena-, empatado uno y perdido dos. Está empatado a 45 puntos con el Nàstic, decimoctavo, y a tres del Villarreal B. Mañana se mide con el Barça B y la salvación ha dejado de ser un sueño.

"He adelantado las posiciones para apretar más arriba. Así, llegamos más al área y las posibilidades de ganar aumentan", explica Balta. El técnico reconoce que también ha tenido que mejorar la mentalidad de los jugadores. "He trabajado mucho la autoestima de los futbolistas; me encontré un equipo muy inseguro. Ahora, se sienten importantes", asegura. Reconoce, además, que debido a su condición de director técnico ha visto y analizado al equipo durante toda la temporada, lo cual era "una ventaja" con respecto a sus predecesores.

La llegada de Balta ha devuelto la ilusión a una ciudad que veía de nuevo a su equipo en 2ªB, donde jugó por última vez en 2006. El club quiere que la afición no pierda la esperanza y apoye en los dos partidos que quedan, para lo que ha lanzado una campaña con un nombre muy explícito: "Todavía se puede". "Los dos partidos que quedan los vamos a encarar al límite. Son finales y las finales solo se juegan para ganarlas. Si vencemos, quiero creer que nos salvaremos porque alguno de los otros equipos perderá", asegura Balta. En el vídeo de la campaña que ha hecho el club, Moratón y Kike López animan a los aficionados a creer en la permanencia. "Tenemos dos posibilidades: reaccionar o caer, ganar o dejar a los rivales el sabor del triunfo. Estamos cerca del fondo, muy cerca, pero todavía tenemos vida", dicen los futbolistas. "Bajar a 2ªB sería una catástrofe porque ya estamos muy débiles económicamente", advierte Balta.

La delicada situación que vive el equipo esta temporada no es, sin embargo, desconocida en la ciudad, sino que está resultando un calco de la anterior. En el año anterior, los charros también tuvieron un inicio prometedor -eran quintos a mediados de diciembre-, pero luego encadenaron 10 partidos sin ganar. A partir de entonces, todo se complicó, cayeron a los puestos de descenso y se salvaron finalmente gracias a que no perdieron ninguno de los seis últimos encuentros. También pasaron por el banquillo tres entrenadores diferentes y fue un hombre bien conocido en Salamanca, Jorge D´Alessandro, el responsable del tirón final.

El año pasado, los goles de Kike López en los últimos partidos dieron oxígeno al Salamanca. Esta temporada, los del argentino Brian Sarmiento están siendo especialmente importantes. Ha marcado cuatro que le han dado nueve puntos al equipo. "Estamos al límite", resume el futbolista. Aunque para el equipo la temporada está siendo complicada, Sarmiento hace un balance personal positivo. "No me puedo quejar de cómo me está yendo", admite. Cedido por el Racing, asegura que su objetivo es dar el salto el año que viene. "Mi objetivo es quedarme en Santander, en otro equipo de Primera o en un grande de Segunda", asegura a la vez que subraya que lo más importante es lograr la permanencia del Salamanca. Con Balta, todo es posible.