Mikel Nieve se gradúa a lo grande

A punto de cumplir 27 años y en su primera participación en un Giro de Italia, ha ganado Mikel Nieve nada menos que la etapa reina de la corsa rosa, la que ponía fin al tríptico dolomítico, la que todo el mundo señalaba como la más dura de la prueba, la que, por el camino, en sus más de siete horas de duración, ha dejado numerosos abandonos. Y lo ha hecho con una actuación soberbia, colándose entre los numerosos escapados desde los primeros kilómetros y sin dejarse cazar ya en toda la jornada por el grupo del líder, Alberto Contador (Saxo Bank), al que durante muchos kilómetros ha arrebatado virtualmente la maglia rosa. Segunda victoria consecutiva de un corredor del Euskaltel y quinta victoria de un español en la 94ª edición del Giro. El de Pinto ha sido tercero y deja en la general a Scarponi (Lampre) a 4m 20s y a Nibali (Liquigas) a 5m 11s, segundo y tercero en la general.

No había ascensión fácil en la etapa reina. Entre Conegliano y Gardeccia Val di Fassa hay 229 kilómetros, con cinco puertos (cuatro de ellos de primera categoría), incluida la Marmolada, a 28 kilómetros de la meta. Igor Anton demostró ayer que Contador es humano. A diferencia de lo que había ocurrido en otras etapas, en las que el de Pinto arrolló a sus rivales, en el Zoncolan acabó midiendo mucho sus fuerzas, sin arriesgar, subiendo a rueda de Nibali los últimos kilómetros, mientras Anton avanzaba firme, incontenible, hacia la victoria. Hoy ha sido el italiano, el gran rival de Contador, el que ha querido alzar la voz, para acabar ahogándose. Necesitaba recortar la ventaja del español en la general para poder discutirle el entorchado final. Así que, tras coronar la cima Coppi -2.236 metros, la más alta del Giro-, Nibali ha atacado en el descenso del Giau, bajando a una velocidad endiablada. Y ha vuelto a hacerlo en la bajada de la Marmolada, durísimo ascenso en el que había convertido en una desventaja de un minuto la renta lograda con anterioridad. Ha pagado el esfuerzo al final, donde ha acabado perdiendo dos minutos más con respecto a Contador.

Al margen de la pelea de gallos de los de arriba, el primero en coronar la cumbre había sido Garzelli (Acqua & Sapone), excepcional en su escalada bajo la lluvia, rodeado de animadores entusiastas hasta la molestia. A 40 segundos y recortando, igual de solitario, le seguía Mikel Nieve. Han hecho un esfuerzo mayúsculo ambos, escapados desde el inicio. A la subida final, sin embargo, ha llegado mejor el español, que tras pasar a su rival ya no ha cedido un metro para llevarse una valiosísima victoria, que le deja sexto en la general (empezaba 21º). Atrás, a menos de cuatro kilómetros de la meta, se daba otra pelea. La del Giro. Y en esa siempre manda el mismo. Un Contador que se ha vuelto a quitar a los rivales de encima con un zarpazo, metiendo la directa para acabar tercero y poner más tierra de por medio con sus perseguidores. No hay quien pueda con él.