Intratable Vettel, impotente Alonso

Sebastian Vettel sigue intratable. No hay nadie que pueda discutirle por ahora el campeonato, al menos mientras sus más inmediatos perseguidores no logren mejorar sus coches. El Red Bull que el mago Adrian Newey ha puesto en sus manos le convierte en un piloto imbatible de momento este año, como demuestra el hecho de que ha ganado cuatro carreras de las cinco que se han disputado en el Mundial y acabó segundo en la otra por un error en la estrategia. "Gran trabajo", le decían desde el taller, mientras él cantaba emocionado desde la radio de su coche. Mientras tanto, Lewis Hamilton tenía motivos también para sentirse satisfecho de su segunda posición y Jenson Button -el único que paró solo tres veces de los cinco primeros- permitía a McLaren copar las dos últimas posiciones del podio.

La carrera fue impresionante. Por primera vez se vieron adelantamientos en Montmeló y, además, a destajo. Pero, tal como había anunciado Alonso, resultó mucho más trascendental acertar con la estrategia de los neumáticos que el uso del alerón trasero. Alonso pudo comprobarlo, porque acabó siendo víctima de la elección del momento en que cambió neumáticos y, básicamente, de las escasas prestaciones de su F150 Italia, que no le concede ninguna alegría y le obliga a rendir por encima de sus propios topes para poder mantenerse entre los mejores. El asturiano concluyó quinto y doblado, tras haber realizado una carrera excepcional en la que con un adelantamiento magistral pasó de la cuarta posición a ser líder antes de la primera curva. Pero no pudo ofrecer nada más a los 78.130 espectadores que estuvieron en el Gran Premio de España en Montmeló.

La salida de Fernando Alonso fue realmente espectacular. El español se escoró por la derecha, viendo cómo se desarrollaba la pugna entre Webber y Vettel por el liderato. El australiano estuvo mucho más preocupado de su compañero de equipo que del asturiano y eso dejó una vía a Alonso que, de forma impensable, se colocó en la cabeza de carrera a partir de la primera curva. ¿Era un espejismo? Tal vez. Pero el mérito de aquella acción nadie podía discutirlo. Una nueva demostración de su capacidad de pilotaje, que le llevó hasta una posición que por su coche no le correspondía.

Y la carrera se ocupó de demostrarlo. Alonso se mantuvo en cabeza mientras pudo, haciendo casi milagros para mantener los ataques de Vettel. Pero el alemán cambió sus neumáticos una vuelta antes que Alonso en el segundo repostaje y eso le permitió colocarse por delante del asturiano, transcurridas 20 vueltas. Aquel, sin embargo, no era el único problema para el asturiano, porque Hamilton acertó en la estrategia y, manteniéndose dos vueltas más en pista, consiguió salir de su taller con los neumáticos nuevos y por delante de Alonso, constatando que el McLaren va por delante de Ferrari y es el único que se acerca a los Red Bull.

El asturiano era ya tercero y quedó a tiro de un Mark Webber que le atacó en profundidad. Sin embargo, sus ataques chocaron una y otra vez con la pericia de un Alonso que intentaba poner distancia en la última chicane antes de la recta de boxes y que, con la efectividad de su KERS, contrarrestaba el potencial del Red Bull cuando abría el alerón trasero y ganaba velocidad. Webber no consiguió superarle. Y los dos vieron cómo Jenson Button les adelantaba, gracias a la efectividad de sus neumáticos, sin ningún problema en la vuelta 35º. Webber le pasó en el siguiente cambio de neumáticos. Y Alonso quedó relegado a una quinta posición que ya nadie parecía poderle discutir. Este Ferrari no da para más. La Scuderia deberá esmerarse en sus evoluciones para que Alonso pueda regresar al podio y luchar por alguna victoria. El cambio obligado del alerón trasero el sábado pesó como una losa esta vez.

Liquidados ya los cambios de neumáticos -solo Button se paró tres veces, entre los primeros, por cuatro todos los demás-, la carrera se centró en la lucha por la victoria que mantuvieron Vettel y Hamilton en las últimas vueltas. Faltaban todavía 10 cuando el británico le puso el morro en los talones al alemán y se colocó sólo a seis décimas. Le atacó una y otra vez. Pero Vettel resistió y coronó una nueva victoria que le permite poner aún más diferencias en el campeonato. Ahora el alemán le lleva ya 41 puntos al segundo, Hamilton, y 67 a Alonso, todo un mundo.

"Lo de ayer en la clasificación era irreal, una vuelta fuera de lo normal", señaló Alonso, tras concluir la carrera. "Sabíamos que hoy íbamos a sufrir y que era imposible luchar con ellos. No fuimos rápidos todo el fin de semana. La salida fue emocionante, porque cogí bien el rebufo y logré colocarme líder. Pero estaba claro que no podríamos mantener su ritmo. Es evidente que debemos mejorar especialmente el comportamiento con los neumáticos duros".

La carrera no fue tampoco buena para Jaime Alguersuari, que siempre se movió en posiciones intermedias, sin llegar a constituir una amenaza real para su compañero de equipo, Sebastian Buemi. Al final el barcelonés acabó en 16ª posición, superado por Buemi, que acabó 13º. "Di el máximo, más no podía", indicó Alguersuari. "Nos queda mucho trabajo por delante. Me quedé sin neumáticos tras 11 vueltas", concluyó.

Gran Premio de España: Carrera - F1 2011