Increíble siete bajo par de Sergio García

Sergio García es un golfista impredecible. Capaz de lo mejor y de lo peor en un campo de golf no solo ya en el mismo torneo, sino incluso en la misma jornada. Capaz, por ejemplo, de firmar una tarjeta de 74 golpes en el primer día del Players, el considerado quinto grande, y de enterrar así casi cualquier posibilidad de victoria, pero también de resucitar de manera sorprendente el último día y marcharse con 65, ¡siete bajo par!, una de las mejores rondas de su vida. Un acelerón tal que le permitió acabar el 12º en un torneo en el que Álvaro Quirós fue sexto y que ganó el surcoreano K. J. Choi (el primer asiático en conquistar este trofeo) tras un desempate con el estadounidense David Toms. Hacía tiempo que Choi, que jugó el primer playoff de su carrera, venía avisando con buenas actuaciones, pero su mayor triunfo, a los 40 años, se ha hecho esperar.

El caso de Sergio García es de diván. Llegó al Players lleno de urgencias, con la necesidad de mejorar rápidamente ese puesto 74 en la clasificación mundial si quiere competir en el próximo grande, el Abierto de Estados Unidos, en junio. Pero, pese a un eagle en el hoyo nueve que apenas celebró, el arranque fue un espanto. A partir de ahí, una montaña rusa: su tarjeta global ha sido de 74, 68, 73 y 65 golpes. Demasiado irregular para colarse entre los 10 primeros (se quedó a un golpe). Soberbio, sí, en la ronda final, con seis birdies, un eagle en el hoyo 16 y solo un bogey. En total, el domingo trepó en la clasificación del Players 39 puestos, la mayor escalada de la tabla. Fue un destello del gran jugador que hay en sus manos, pero que en ocasiones no encuentra la misma respuesta en su concentración. La remontada mejorará su clasificación mundial, aún a la espera de actualizarse, pero El Niño deberá seguir remando para llegar al Abierto de Estados Unidos. Al menos se marchó con buen sabor de boca del Players, el torneo que ganó en 2008 y que le concedió esa exención para los grandes que tanto ha exprimido.

Mejor le fue a Álvaro Quirós, quien, con menos angustias, remontó cuatro puestos más en el último día para acabar sexto, una buena confirmación a su brillante actuación en el pasado Masters de Augusta. El buen domingo español lo completó Chema Olazábal en el Open de Mallorca: fue quinto en un torneo ganado por el norirlandés Darren Clarke.