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Weening, victoria y 'maglia' rosa

El holandés gana la quinta etapa tras superar al escapado Kohler y es el nuevo líder de la general.- El accidente de Slagter (Rabobank) ha hecho temer de nuevo lo peor durante unos minutos

A Pieter Weening (Rabobank) le ha bastado una fantástica arrancada en los últimos kilómetros para hacerse con la quinta etapa del Giro y vestirse la maglia rosa que le acredita como nuevo líder de la prueba. El holandés, de 30 años, se ha puesto en cabeza a 10 kilómetros de la meta, cuando ha dado alcance al escapado del día, el suizo Kohler (BMC), y ya no ha dejado que nadie le cazara hasta el final. Los colombianos Fabio Andrés Duarte (Geox) y José Rodolfo Serpa (Androni) han sido segundo y tercero. Cuatro de los favoritos, Nibali, Contador, Scarponi y Joaquim Purito Rodríguez han entrado uno detrás de otro, ocupando los puestos del sexto al noveno. La etapa ha estado marcada por un nuevo accidente, de Slagter (Rabobank), que en un contexto en el que los nervios están a flor de piel, ha hecho temer lo peor durante algunos minutos. El ciclista ha sido trasladado a un hospital por precaución.

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Hoy era el día de la vuelta a la normalidad competitiva, después de que ayer se corriera una etapa neutralizada en honor al fallecido Wouter Weylandt. Y se ha encargado de dejarlo claro el suizo Martin Kohler (BMC), que nada más empezar ha iniciado una escapada brillante que le ha llegado a colocar a más de 13 minutos del pelotón. Al final, sin embargo, le han fallado las fuerzas y el ímpetu del pelotón le ha absorbido.

Hoy era una de las etapas más esperadas del Giro. 191 kilómetros entre la Toscana y la Umbria, con un perfil de media montaña y tres tramos de tierra que sumaban un total de 19 kilómetros. Uno de ellos en la Croce de Fighine, puerto de tercera categoría con pendientes de hasta el 15%. Era un reto duro, aunque al menos acompañaba el tiempo; el año pasado la lluvia endureció notablemente esos tramos, que quedaron totalmente embarrados. Hoy no había barro, pero sí mucho polvo para respirar, levantado inevitablemente por los coches y motos de la propia carrera.

Ha sido una jornada de abundantes caídas y pinchazos. El mayor susto lo ha dado Slagter, cuya imagen, tendido en el asfalto, aparentemente inconsciente, con los asistentes gesticulando airadamente, ha hecho temer lo peor. El joven corredor (21 años) ha tenido que ser atendido durante varios minutos. Antes había dado un pequeño susto Butler (BMC), que por un momento parecía haber quedado inconsciente, pero que enseguida se ha levantado por su propio pie. Y también se han caído el hasta hoy líder, David Millar, y el vencedor de la tercera etapa, Ángel Vicioso, cuando esprintaban para intentar llevarse los puntos en la meta volante de Arcidosso, en el kilómetro 106.

A la Croce de Fighine, momento cumbre del día, se ha llegado con Kohler dominando todavía la jornada, si bien su ventaja en ese momento se había reducido ya a unos cinco minutos. Todo hacía presagiar una dura batalla por recortarle más terreno al suizo. Varios corredores de Liquigas, RadioShack y Astana, entre ellos Kreuziger, Popovych -desenganchado después por culpa de un pinchazo- y Scarponi, lideraban la subida al tiempo que Kohler escalaba lentamente, con enorme esfuerzo, el tramo más duro del puerto. Finalmente, el suizo ha perdido cerca de dos minutos en la tierra del puerto y casi todas sus opciones de llevarse la victoria final.

Los ataques para darle caza han empezado a sucederse inmediatamente. Entre ellos el de Nibali, que ha dado una exhibición sin demasiado sentido, ya que todo hacía indicar que sería cazado después por el grupo. La mala suerte se ha cebado con los dos corredores que habían conseguido intercalarse con solidez entre el líder y el pelotón. Dario Cataldo (Quickstep) se ha caído al patinar en la tierra -quizá molestado por una moto- y a Bram Tankink (Rabobank) se le ha salido la cadena. Ese ha sido el momento que Weening ha aprovechado para intercalarse junto a John Gadret (AG2R). No han tardado en alcanzar a un cansadísimo Kohler. Faltaban 10 kilómetros para la meta y Weening se ha escapado en solitario mientras Gadret y el fundido suizo eran neutralizados por el pelotón.

El holandés es un corredor con fuerza y experimentado, que ha calculado muy bien el momento de su ataque (ya ganó de forma similar la etapa de los Vosgos en el Tour de 2005). Así se ha llegado a Orvieto, localidad en la que la meta aguardaba tras un durísimo repecho final, ahora en asfalto. Ha habido nuevos ataques, como los de Nieve o Scarponi. El pelotón aún tenía esperanzas de poder alcanzar a Weening, pero él sabía bien lo que hacía y no se ha dejado atrapar. Ha cruzado el primero la meta y, además, se ha enfundado la maglia rosa.

Weening celebra su victoria.
Weening celebra su victoria.LUK BENIES (AFP)

Los organizadores revisarán la etapa 14

Los organizadores del Giro han prometido que van a revisar la decimocuarta etapa, que tendrá lugar en el descenso del Col de Crostis, después de la muerte el pasado lunes del ciclista belga Wouter Weylandt.

El ascenso en los Dolomitas, que cuenta con una parte sin asfaltar, ha levantado la preocupación de los corredores, ya que en los 14 kilómetros de descenso no hay barreras contra los accidentes, solo redes de esquí.

"No creo que debamos bajar un ascenso que sólo tiene redes de esquí como protección. No lo hace más emocionante, no nos deberían pedir correr así. No es necesario, el deporte es lo suficientemente emocionante", manifestó el canadiense Michael Barry.

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