Ángel, el goleador paciente
Con seis goles en las últimas cuatro jornadas, el canario se consolida como titular tras comenzar el año como último delantero del Elche
"Cuando llegué en la pretemporada era el único delantero del equipo. Sin embargo, luego llegaron Bodipo, Perera, Linares... Vine de Tenerife en busca de minutos, pero parecía que otra vez no iba a jugar. De hecho, no debuté hasta la jornada ocho", recuerda Ángel Luis Rodríguez (Santa Cruz de Tenerife; 1987). Ahora su situación ha cambiado drásticamente. Tras su hat-trick de hace dos semanas ante el Huesca (3-0), el doblete ante el Salamanca (derrota por 5-4) y anotar uno de los dos goles de la victoria en Vallecas (1-2), el ariete se ha convertido en el máximo goleador del Elche, con 12 goles, reclamando su puesto en el once titular de José Bordalás, que se juega el ascenso a Primera.
"Al principio estaba un poco apartado, pero el entrenador me dijo que siguiera trabajando, que tendría mi oportunidad. Lo mejor de Bordalás es que es un gran motivador", explica Ángel. "Cuando no juegas estás decaído, todo te supera", amplía el delantero, al que le costó abandonar su hogar por tercera vez: "Fue durísimo. Era la primera vez que me iba de la isla sin tener contrato con el Tenerife y fue duro dejar atrás a la familia y a los amigos. Me he venido con mi novia, que ha sido la que me ha ayudado en los momentos malos". Bordalás recoge el testigo: "Todos los jugadores requieren un tiempo de adaptación y este suele ser más grande en los canarios".
Sin oportunidades en los partidos, Ángel se encomendó al día a día: "En los entrenamientos tienes que trabajar mucho más, destacar, demostrarle al entrenador que se está equivocando. También es importante no ponerle mala cara al técnico ni a los compañeros, porque puede darse la vuelta y te gustaría que el resto del vestuario pusiera esa buena cara". Y, poco a poco, las oportunidades comenzaron a llegar. "En la primera vuelta acusamos un déficit enorme de goles. Nos costaba marcar y, de hecho, aún nos sigue costando", reconoce Bordalás; "nuestros delanteros no tenían suerte ni acierto, a lo que se unió la lesión de Linares contra el Barcelona B [en febrero] que era el máximo goleador". Y entonces apareció Ángel, que desde el choque contra el club catalán suma 10 goles en los últimos 12 partidos. "Ha mejorado en muchas cosas, como en la definición. Es un delantero rápido y ágil, pero a principio de año le costaba jugar de espaldas, aguantar el balón", explica el técnico; "ahora está en racha", concluye.
Las últimas actuaciones de Ángel han contado con un aliado más. "Es una cadenita que me ha dado Linares, que siempre que juego me dice que voy a marcar", explica Ángel. "En realidad es una pulsera de la Virgen del Pilar", le corrige su compañero, "yo juego siempre con una, así que como ahora no puedo, le di una a él. Y creo que está claro que funciona". Con ayuda divina o sin ella, Ángel, tras las largas suplencias que ha tenido que vivir, solo tiene en mente una cosa una vez ha encontrado un hueco en el campo: "No voy a dejar escapar esta oportunidad".
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