Vettel sigue al mando

La sesión de clasificación del Gran Premio de Malasia de fórmula 1 ha sido un calco de la que se celebró hace solo dos semanas, en Australia, en la prueba que abrió el calendario. Sebastian Vettel, el actual campeón, ha logrado su segunda pole de la temporada y la tercera consecutiva si se contabiliza la que logró en Abu Dabi, en la última prueba de la temporada pasada.

Mañana (10:00 horas, La Sexta y TV-3) arrancará por delante de Lewis Hamilton y de Mark Webber. El australiano compartirá la segunda fila de la parrilla con Jenson Button, mientras que Fernando Alonso abrirá la quinta, igual que en Melbourne. Michael Schumacher no pudo clasificarse para la manga definitiva y saldrá el undécimo, desde la sexta línea, y Jaime Alguersuari, el decimotercero, lo hará justo detrás del heptacampeón alemán.

La escena es idéntica a la que dibujó la primera cronometrada del año salvo por un detalle: esta vez, Hamilton ha podido acercarse a Vettel mucho más que entonces e incluso le ha llegado a discutir la pole. Por los jardines de Albert Park, el RB7 del piloto de Heppenheim aventajó en casi un segundo al MP5-26 del británico. En Sepang, una pista mucho más convencional, Vettel ha tenido recurrir al KERS y dejarse el alma para tomar la salida sin tráfico delante. Lo ha logrado en los estertores de la manga definitiva, cuando el reloj ya temblaba y con solo una décima de margen, circunstancia que lleva a pensar que, efectivamente, en McLaren se han puesto las pilas.

Diez días antes de comenzar el Mundial, la escudería de Woking se vio en un callejón sin salida debido al riesgo que tomaron sus técnicos al diseñar el nuevo prototipo. Fueron valientes, dieron un paso atrás y rectificaron. Fue un acierto. Con una buena base, su capacidad de evolución está fuera de toda duda, a la espera de ver qué recorrido tiene el monoplaza y, sobre todo, si finalmente será capaz de situarse a la altura del Red Bull.

La marca del búfalo es inalcanzable en este momento, de forma que las demás no tienen más remedio que esperar algún gatillazo de alguno de los bólidos energéticos o encomendarse al cielo para que la lluvia agite el panorama. Las dos coronas mundiales que se apuntó el pasado curso han liberado a la estructura austriaca, que ha madurado de golpe y dejado atrás los desajustes que le impidieron consagrarse un poco antes.

GP de Malasia: Calificación F1 2011