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El delantero paciente

Sin hacer ruido, Marco Ruben se hace un hueco entre Rossi y Nilmar, la excelsa pareja atacante del Villarreal

Giuseppe Rossi y Nilmar son una excelsa pareja de delanteros que podrían jugar en cualquier equipo del mundo. "Incluso en el Villarreal", se jacta orgulloso José Manuel Llaneza, vicepresidente del club amarillo. El italiano y el brasileño suman 26 goles en la Liga y 11 en Europa, ocho de ellos firmados por Rossi, el máximo goleador hasta el momento en la Europa League y con 15 goles es uno de los máximos artilleros del campeonato español. Pero sin hacer ruido, de manera discreta y paciente, Marco Ruben (Fray Luis Beltrán, Argentina; 1986), se ha hecho un hueco en la delantera del Villarreal que se enfrenta en El Madrigal ante el Twente (Cuatro, 21.05) en la ida de los cuartos de final de la Liga Europa.

Marco Ruben parece un extraño en el Villarreal. No posee la habilidad ni la capacidad técnica para asociarse con los creativos centrocampistas amarillos, como sí ofrecen Rossi y Nilmar. El fuerte del argentino es la capacidad de brega, el desmarque y el remate. En el área contraria se maneja bien. "Kempes, Pizzi y Batistuta son mis ídolos", revela. Marco Ruben ofrece algo distinto al equipo de Garrido, que le está dando más minutos de los sospechados para un delantero que tenía asumido que para él quedarían partidos residuales. "En su momento lo acepté. Ellos [Rossi y Nilmar] jugaban todos los partidos y a mí me tocaba alguno de la Liga Europa y los de la Copa. Lo tenía claro, como también sabía que tenía que aprovechar el momento y hacerlo bien cuando me tocara. La cosa está cambiando y estoy a un nivel más parejo. Me lo he ido ganando con mucho esfuerzo", revela el 9 del Villarreal, que lleva marcados cinco goles en la Liga y dos en Europa.

De padre peluquero y madre maestra y psicóloga, Marco Ruben tuvo una infancia "linda y algo salvaje", jugando con sus amigos en la calle, subiéndose a los árboles o pescando, actividades propias de un pueblo que dista a 20 kilómetros de Rosario. A los cuatro años se inició en el fútbol en un equipo de barrio, el Beltrán C.F., para enrolarse después en un club de San Lorenzo hasta llegar a los 16 años al Rosario Central, del que era hincha. A los 17 años, debutó profesionalmente con los canallas. En dos temporadas en Rosario, formando pareja de ataque primero con Pablo Vitti y después con el costarricense Paulo Wanchope, Marco Ruben marcó 23 goles, lo que llamó la atención del River Plate que lo fichó en el 2007 por unos tres millones de euros, una más que razonable cantidad de dinero por una transacción entre clubes argentinos por un chaval de 19 años.

La temporada de River y el rendimiento del rosarino no fue el esperado. Siete goles anotó en el año que permaneció en las filas del conjunto bonaerense que, aún así, hizo caja vendiendo a Marco Ruben al Villarreal por cinco millones en enero del 2008. "No tuve el rendimiento que hubiese querido. Pero no me extrañó el fichar por el Villarreal porque, más allá del momento, había hecho dos buenas temporadas en el Central y ya interesaba a otros clubes". Tampoco le parece chocante a Ruben la prisa que hay en Argentina por llegar a la élite o a Europa. "Sucede porque los clubes argentinos están más necesitados económicamente y suelen vender mucho más que en Europa y necesitan renovar las plantillas constantemente".

Fichado en el mercado de invierno de la temporada 2007-08, Marco Ruben fue cedido al Recreativo de Huelva durante un curso y medio. Y volvió a la disciplina del Villarreal para formar parte del filial ascendido a Segunda División. "En su momento fue un paso atrás, pero fue para bien. Había un proyecto en el filial con buenos jugadores de los cuales unos cuantos estamos hoy en el primer equipo, oportunidad que hoy estoy disfrutando", confiesa Ruben que, sin embargo, hace algo más de un año el Villarreal estuvo a punto de recuperar la inversión realizada en él con su venta al Wigan, inglés. "Estando en Segunda me pareció una buena opción el ir a la Premier. Por razones que desconozco la operación se truncó".

El ariete está gozando de su buen momento y el del Villarreal, y se muestra ambicioso y esperanzado con el futuro inmediato. "Mi sueño y el de mis compañeros es el conseguir la Liga Europa. El Twente va primero en Holanda y será un rival difícil. Pero bastará con que nosotros hagamos bien las cosas", señala. Convicción de un delantero paciente.

Márquez y Marco Rubén pugnan por el balón.
Márquez y Marco Rubén pugnan por el balón.AFP

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