Red Bull pone el turbo
La escudería energética probará su KERS mañana antes de decidir si lo incorpora en los coches de Vettel y Webber
El domingo 27 de marzo, hace menos de dos semanas, nada más terminar la prueba que abrió el campeonato del mundo de fórmula 1 de esta temporada, a Christian Horner, el máximo responsable del equipo Red Bull, se le escapó una sonrisa de esas maliciosas por debajo de la nariz. Sebastian Vettel, el actual campeón y el principal valuarte de la escudería, acababa de darse un paseo por los jardines del Albert Park, en Melbourne, para apuntarse su primera victoria del curso sin apenas despeinarse -le sacó más de 22 segundos a Lewis Hamilton-.
Sin embargo, Vettel ya había ganado antes muchos otros grandes premios con Red Bull, nueve en concreto, y no fue eso lo que hizo que Horner sacara pecho, sino un detalle que el expiloto británico no tardó en descubrir: ni Vettel ni Webber, que terminó el quinto, habían podido echar mano del KERS, ese sistema que el reglamento ha rescatado este año, que recupera la energía cinética de las frenadas y la va almacenando en unas baterías que cuando están cargadas ofrecen un empujón extra de unos 80 caballos de potencia durante alrededor de seis segundos. Es algo así como un turbo que los corredores pueden emplear para tratar de adelantar al bólido que les precede, pero también para defenderse de los ataques del que tienen detrás.
A diferencia de otros elementos, cada estructura debe desarrollar su propuesta, circunstancia que ha podido jugar en contra del equipo energético. "Lo incorporamos al coche en los entrenamientos [en Australia] pero nos generó alguna duda porque no habíamos realizado demasiados kilómetros y Adrian [Newey] decidió finalmente no colocarlo. Además, la incidencia de este sistema en trazado como el de Melbourne es relativa", convino Horner. Con las dos últimas coronas en una de las estanterías de la sede de Milton Keynes, la cúpula técnica de Red Bull, con Newey a la cabeza, no va asumir ningún riesgo innecesario que ponga en peligro la superioridad que su prototipo demuestra sobre el cemento.
Al RB7 de Vettel le sobró energía en Melbourne, por más que el equipo haya reconocido durante estos últimos días que probablemente sí incorporaría el KERS de cara a la segunda parada del calendario, este domingo, en Malasia. En Sepang, las dos tremendas rectas que presiden la pista y que están separadas por una horquilla muy cerrada, harán que el KERS, combinado con el alerón trasero móvil, juegue un papel mucho más determinante que en Australia. "Vamos a probarlo en los dos entrenamientos del viernes y en función de los datos que recopilemos decidiremos si lo empleamos. Nuestra intención es poder disponer de él cuanto antes pero sin comprometer la fiabilidad del coche", detalla Horner.
Desde la competencia observan con cierto recelo todos los pasos de Red Bull, y no solo por la chulada de correr sin KERS en Melbourne, que también, sino más bien por el tremendo sopapo que les dio Vettel. "No creo que sean capaces de llegar muy lejos sin KERS", vaticina Lewis Hamilton, encantado como está el británico con el volteo que los técnicos de McLaren le dieron en poco más de diez días al MP4-26. Su compañero de equipo, sin embargo, no está tan convencido como él de poder medirse en corto con los Red Bull. "La mayoría de los equipos ganan de tres a cinco décimas con el KERS, mientras que ellos, es posible que solo ganen alrededor de una y media. Eso es bueno para nosotros. Necesitamos un KERS potente para poder competir contra ellos porque son muy competitivos en todas las otras facetas", infiere Jenson Button. "De todas formas, creo que aún estamos lejos de los Red Bull. Más que nada porque me da la impresión de que Seb [Vettel] aún no ha mostrado todo el potencial del coche. Aún tienen margen de mejora porque el sistema de escapes del monoplaza aún está en su primera fase de desarrollo", concluye el campeón del mundo de 2009, mucho más prudente que su vecino de taller.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.