Inglaterra va al ataque

Siete años sin ganar el Seis Naciones son muchos años para Inglaterra. El XV de la Rosa no gana el trofeo más importante del rugby europeo desde 2003, la tercera peor racha de la historia desde que se incorporó Francia al torneo, la peor fue entre 1980 y 1991. Hoy (18.00, Canal +), vuelve al lugar donde se proclamó campeona del Seis Naciones y alzó la Triple Corona y el Gland Slam, por última vez: el estadio de Landsdowe Road de Dublín.

El lugar es el mismo, pero después de tres años de reformas, la casa de Irlanda ha cambiado hasta de nombre; ahora se llama Aviva Stadium. En 2003, Martin Johnson lideraba al equipo en el campo como capitán y ahora lo hace desde el banquillo, como seleccionador. Jonny Wilkinson estará a su lado, esperando su oportunidad para sacar su precisión de francotirador con el pie. Por no estar, no estará ni el capitán inglés de los cuatro partidos anteriores, Mike Tindall, único superviviente del XV inicial que le endosó un sonoro 6-42 a Irlanda en 2003. El centro se lesionó la semana pasada en la Calcutta Cup. Aún así, existen similitudes. 2003, también fue año de Mundial, el de Australia, que ganaron los ingleses. En la segunda jornada, Italia se fue de Twikenham con un carro de puntos en contra (40), al igual que en esta edición en la que Inglaterra anotó 59 puntos frente a los azzurri. Aunque los números defensivos y ofensivos de 2003 son difíciles de igualar, este año los de Martin Johnson han obtenido, ya, sus mejores registros desde entonces. Hace siete años, los ingleses anotaron 173 puntos y recibieron 46; en este, a falta del partido contra Irlanda, llevan 124 tantos a favor y 57 en contra.

El XV de la Rosa pasó sus peores años en 2005 y 2006, cuando quedaron cuartos en el torneo, pero ni en 2008 ni en 2009, cuando quedaron segundos, llegaron a la última jornada con opciones de ganar. Este ha sido el curso de la explosión del equipo que combina la veteranía de Wilkinson, Tindall o Nick Easter con la juventud de Toby Flood, Chris Ashton o Tom Wood. La pareja de medios compuesta por Ben Youngs y Flood se entiende a la perfección, con lo que la coordinación entre delanteros y tres cuartos es casi perfecta. El 10, además, se ha asentado como sucesor definitivo de Wilkinson. Flood ha mostrado una gran visión de juego y seguridad con el pie. Además, los dos alas, Ben Fooden (25 años) y, sobre todo, Chris Ashton (23), se han descubierto como finalizadotes letales, su juventud es el complemento perfecto para la veteranía del zaguero Mark Cueto (32).

La delantera, por su parte, ha demostrado que no tiene rival en Europa; se impuso con claridad a los galeses, trató como a un muñeco de trapo a los italianos, pasó por encima a los franceses y aguantó al equipo frente a los escoceses. A la melé inglesa le queda enfrentarse a la irlandesa, pero esta temporada ya ha demostrado que puede tutear a cualquiera como hizo contra Australia y Nueva Zelanda en los amistosos de verano y otoño. A pesar de la baja del primer capitán del equipo, Lewis Moody, que ha estado lesionado todo el torneo, la irrupción del joven Tom Word, que ha debutó en la primera jornada, ha sido como una aparición. El joven flanker ha jugado de titular todos los partidos y, aunque no ha destacado en ninguno, ha hecho olvidar a Moody e incluso ha relegado a la suplencia Tom Croft, que participa en su tercer torneo.

Inglaterra lo tiene todo a favor para volver a la gloria, pero Irlanda en la última década no es el mejor rival para conseguirlo. Desde 2003, solo la ha ganado una vez en 2008, y nunca en Dublín. Además, los Irlandeses ya saben lo que es aguar la fiesta a sus máximos rivales el último día; en 2001, los del XV del Trébol ganaron a Inglaterra en el viejo Lansdowe Road e impidieron que se hicieran con el Gran Slam y la Triple Corona.

Francia busca recuperar la honra

La derrota contra Italia sigue coleando en Francia. El seleccionador, Mark Lievremont, se juega estar en el próximo Mundial y ha revolucionado la convocatoria ante Gales (20.00, Canal+ Deportes). Después de acusar a los jugadores de traicionarle a él y a la camiseta de Francia, y de amenazar con que algunos no volverían a vestir jamás los colores del XV del Gallo, introducirá cuatro cambios en el equipo titular y no ha convocado a seis de los jugadores que estuvieron en Roma, alguno de ellos pesos pesados dentro del vestuario (Chabal, Poutrenaud, Jouzion, Rougerie, Marconnet y Thion). Gales llega a París como única selección con posibilidades de ganar el título, pero para ello necesitaría una victoria muy abultada y que Inglaterra cayera en Dublín también por muchos puntos. Este año puede ser la mejor oportunidad de los dragones rojos para asaltar el Stade de France.

En el otro partido de la jornada, Escocia recibe a Italia en una lucha por evitar el último puesto. Ambas llegan con muy buenas sensaciones, la semana pasada, Escocia dio la cara en Londres e Italia dio la campanada del torneo al ganar a Francia. Escocia tiene que evitar recibir la deshonrosa Cuchara de Madera que distingue a aquella selección que pierde todos los partidos del Seis Naciones, e Italia puede igualar su marca de 2007, la mejor de su historia, y sumar dos victorias.