El ala-pívot hiperactivo
Caner-Medley, el segundo jugador más valorado de la ACB y del que todos destacan su energía, se mide hoy al Barcelona
"Para nosotros es fundamental. Es el jugador que marca el nivel de intensidad del equipo y menudos números que tiene", exclama con un punto de orgullo Nacho Azofra, director deportivo del Estudiantes, sobre Nik Caner-Medley (Massachusetts, Estados Unidos; 1983). Los guarismos del ala-pívot colegial son ciertamente impresionantes. Es el segundo jugador más valorado de la ACB (17,3 de media, a una décima de Robert Kurz, del CB Granada), el segundo que más rebotes captura (7,6) y el séptimo máximo anotador (14,5). "Lo mejor de los recientes MVP de la jornada que ha ganado es que lo ha hecho en situaciones de beneficio para el equipo [el Estudiantes ha ganado nueve de los últimos 10 partidos entre Liga y Eurocup, con Nik como el MVP de febrero], a veces con muy pocos tiros. Ni siquiera necesita que el Estudiantes juegue para él", apunta Luis Casimiro, técnico del equipo. Hoy, en su partido número 100 en la ACB, será el principal quebradero de cabeza del Barcelona en su duelo en el Palau Blaugrana (20.45, Telemadrid).
Esta temporada -la cuarta en ACB, tras pasar por Gran Canaria y Cajasol, y la segunda en Estudiantes- está siendo la de su inclusión definitiva entre los jugadores más destacados de la competición. El curso pasado, terminó contrato y su continuidad en el club madrileño estuvo en el aire hasta comenzada la temporada. Como los últimos años, el jugador se marchó a la Summer League, la liguilla veraniega que organiza la NBA para reclutar y probar jugadores. Sin embargo, una lesión en la muñeca truncó sus aspiraciones y las intenciones de varios equipos de Euroliga, lo que sumado a las rumores sobre las intenciones de su agente de abrirle la puerta de otros mercados dio lugar a un pequeño culebrón de verano sobre su futuro.
"Creo que él no se decidió hasta que tuvo el convencimiento de que podía volver al mejor nivel, porque nosotros sí estábamos seguros de querer incorporarle", reconoce Casimiro. "El problema que teníamos era en qué condiciones estaba, porque tenía una lesión de escafoides, que es muy complicada, y queríamos que le reconocieran nuestros médicos", le desdice Nacho Azofra. Entre unas cosas y otras, el jugador no firmó hasta el 7 de octubre, ya con liga empezada, y no debutó hasta la tercera jornada. Para entonces, el Estudiantes contaba sus partidos por derrotas, una racha negativa que se extendió hasta que ganaron al Gran Canaria en la sexta jornada. "Si se hubiera incorporado antes, posiblemente hubiera ayudado a que no se produjera esa mala racha", admite Casimiro. Ahora, el conjunto es undécimo, igualado a victorias con Gran Canaria, Cajasol y Unicaja (octavo), en la lucha por los puestos de playoff.
"Mi filosofía es jugar con mucha energía, tratar de estar en todas partes. Es lo que me motiva, jugar con emoción y ser agresivo", explica el propio jugador. Una descripción en la que coinciden todos. "Sobresale por su hiperactividad. Sin hacer nada extraordinariamente bien es capaz de hacer muchas cosas muy bien", subraya Casimiro. Fruto de este despliegue es su capacidad reboteadora, inusual en un hombre de 2,03 metros, una cifra moderada para un jugador interior. "El que más rebotes coge no es el más alto, sino el que más va a por ellos. La clave es su deseo de capturarlos", postula el técnico. "De él me llama la atención la intensidad con la que vive los partidos. Es, quizás, el jugador más competitivo del equipo", señala Azofra.
Su forma de ser en la cancha contrasta con su carácter fuera de ella. "Dentro de lo introvertido que es, se trata de una persona muy cariñosa, respetuosa y correcta", comenta el técnico. De su herencia baloncestística estadounidense, Caner-Medley ha adoptado la costumbre de muchos jugadores de la NBA de hacer de los auriculares una segunda piel, empujado por su pasión por la música. Con ellos puestos se le puede ver recorrer los pasillos de las pistas de entrenamiento o abstraerse antes de un partido, escuchando hip-hop o rhythm&blues. Repitiendo los versos de Jay-Z (copropietario de los Nets de Nueva Jersey), Eminem o Dr. Dre.
"Le ves llegar con los cascos, se va con los cascos. Siempre le gusta estar con los cascos. ¡Yo creo que duerme con ellos!", bromea su compañero Jayson Granger. El base aprovecha para elogiar el proceso de integración del Medley introvertido. "Se relaciona muy bien con nosotros, tenemos una buena química. El año pasado ya estuvo aquí, pero este año se le ve mucho más implicado con nosotros y muy contento".
Dentro del vestuario, el ala-pívot tiene claro en quién fijarse a la hora de seguir aprendiendo. "Nunca he sido muy bueno de espaldas al aro, prefiero jugar de cara, así que puedo aprender muchas cosas de jugadores como Germán [Gabriel] y Pancho [Jasen]. Germán no es el jugador más atlético del mundo, pero tiene una gran cantidad de movimientos y sabe cómo usar su cuerpo. Es un jugador veterano e inteligente, al igual que Pancho". En la misma dirección apunta Azofra: "Puede mejorar el juego que implica más contacto, al poste bajo". "Hay situaciones en las que tapa muchos agujeros atrás por su intensidad, pero en defensa colectiva puede subir su nivel y reconocer mejor las situaciones", indica Casimiro.
Caner-Medley firmó por un solo año, por lo algunos temen que al final de esta campaña se pueda volver a vivir la situación de incertidumbre del verano pasado. Sin embargo, el jugador asegura que quiere permanecer en el Estudiantes: "Ahora mismo mi meta no es la NBA. Es peligroso lesionarte sin contrato, como me pasó a mí, y tuve suerte de poder volver al Estudiantes. Si viene un equipo de la NBA y me dice: 'Queremos que estés con nosotros', pues ... Pero me gusta España y me gusta Europa". Nacho Azofra parece tener asimilada la posibilidad de que pueda regresar a probar suerte en la Summer League y de que abandone el equipo. "Tiene contrato hasta final de temporada, es todo lo que puedo decir". Algo más temeroso se muestra su entrenador: "Nosotros estaríamos encantados de que renovara. No sé si él también, pero su agente, ahora mismo, no tiene tanta prisa", confirma con una mueca en la cara Casimiro.
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