"Llevaba mucho sin pasar de octavos"

A punto de que se le saltaran las lágrimas, el técnico del Valencia, Unai Emery, apareció hundido al término del partido en el Veltins Arena de Gelsenkirchen. "Es una noche muy dura, decepcionante, porque teníamos mucha ilusión. Este era el guion del partido que queríamos jugar y lo hemos hecho durante 80 minutos", se lamentó. "La suerte que tuvimos en la Liga en partidos que ganamos sin merecerlo nos ha faltado hoy", remachó sin la más mínima autocrítica.

"No estoy de acuerdo. Lo dimos todo y nos lo hemos merecido", replicó desde el otro bando Farfán. El peruano se mostró más o menos sorprendido tras marcar el gol del empate del Schalke de libre directo: "No había practicado mucho durante la semana... Me alegro de que haya entrado". Pero el que de verdad estaba exultante era Raúl. "Estoy feliz porque la Champions es muy especial para mí y llevaba mucho tiempo sin pasar de los octavos", dijo entre risas el siete español. La última vez que jugó unos cuartos fue en 2004, contra el Mónaco, que terminó eliminando al Madrid. "Hemos llegado más lejos de lo que esperábamos. Ojalá logremos el pase a las semifinales, pero que no nos toque de nuevo un equipo español", se despidió.

"No sé si hubo falta de oficio, pero con todo el mimo con que habíamos preparado esta eliminatoria... Esta decepción es comparable a la del año pasado ante el Atlético [cuando su equipo cayó en los cuartos de final de la Liga Europa]", seguía Emery. "Si el penalti a Mathieu es claro como me dicen, otra piedra más a la cabeza que me cae. Con todos los respetos al Schalke, creo que merecíamos pasar", no dejaba de dar vueltas a la eliminación del Valencia.

El Veltins Arena estalló en un solo cántico cuando el árbitro pitó el final. "¡Raúl, Raúl, Raúl!", rugió la grada a pesar de que no había sido el jugador determinante del choque como sí lo fue en la ida. La hinchada del Schalke reconocía así a sus dos grandes ídolos, el punta español y el portero Neuer. El preparador del Schalke, Felix Magath, tampoco podía parar de sonreír. Masajeado por el presentador de la televisión alemana y por el comentarista, Mathias Sammer, excapitán del Borussia de Dortmund y de la selección, Magath se recreaba con el billete a los cuartos contra la enemistad general dentro y fuera del club. "En la fase inicial, el Valencia creó mucho juego", dijo mientras removía una taza de té, "pero tras el gol nos quitó presión y jugamos mejor. Fue un partido dramático en la segunda parte y queremos darles las gracias a Neuer por sus paradas".

Finalista de la Copa alemana, al Schalke le van las eliminatorias. "Contra rivales de envergadura, contra un grande de España como ha sido el Valencia, nos crecemos", dijo el técnico germano, imperturbable ante las noticias que apuntan a su salida del club a final de temporada. "No he leído nada. Ha sido un día largo y me iré a casa satisfecho. En este clima de turbulencias, uno puede llegar incluso a divertirse", adujo.

Una de las sorpresas de la alineación del Schalke fue la presencia en el lateral izquierdo de Escudero, español de 22 años. "Estoy muy satisfecho con su rendimiento, sobre todo tras las críticas que recibió. Tiene nivel de Liga de Campeones", zanjó Magath. Mientras tanto, Mata se iba camino del avión sin levantar la vista del suelo: "Ahora solo nos queda ser terceros en la Liga".