"Aún no soy Zidane"

Su mirada camaleónica flirtea al tiempo con la timidez y la pillería con la misma naturalidad con la que mezcla sobre el césped la pausa y el vértigo. Alejado de su hábitat natural, Mesut Özil acudió ayer a la sala de prensa de Valdebebas para aplicar mesura al exceso y modestia al elogio. "Aún no soy Zidane", resumió con sencillez; "él era un jugador de clase mundial. Yo no he conseguido nada todavía. He venido aquí para evolucionar y tengo mucho que demostrar".

Las comparaciones con el astro francés se dispararon tras la exhibición de Özil en Santander el pasado domingo, pero él lo gestiona con temeraria normalidad. Bajo el compás del internacional alemán, el Madrid firmó ante el Racing sus mejores minutos de la temporada. "Intentamos jugar ofensivamente. Hacerlo para empatar a cero tampoco sería un buen plan. Estamos jugando muy bien como equipo y el otro día se pudo ver", analizó el mediapunta.

En su incipiente castellano mezcló el tópico con la ambición. "Quiero muchos títulos con el Madrid", apuntó como ejemplo de sus progresos con el idioma; "estoy estudiando español. Ya entiendo mucho, pero hablarlo es algo más difícil. Sobre el campo, hablo en español y algo en inglés, pero es pronto para atreverme a más". "No entiendo lo que dice", explicó al comienzo del curso Cristiano Ronaldo, "pero lo importante es que habla el lenguaje del fútbol".

Su llegada el pasado verano, tras liderar a la selección alemana en Sudáfrica, estuvo acompañada de las reticencias que despiertan las modas pasajeras, pero a estas alturas ya nadie discute su papel imprescindible en la manufactura del juego madridista.

Con los dos pases de gol que dio a Adebayor y Benzema en El Sardinero en la victoria por 1-3 del Madrid, Özil acumula ya 11 asistencias en la Liga. En ese apartado, es el segundo mejor, empatado con Alves y solo superado por Messi, que ha regalado 15 centros de gol.

Si a sus 11 asistencias ligueras se le suman las que ha repartido en la Champions (tres) y la Copa (una), más los nueve goles que ha logrado entre las tres competiciones, su protagonismo es incuestionable. En los 38 partidos que ha disputado, ha participado en 25 de los 101 goles marcados por el Madrid, en uno de cada cuatro. El curso pasado, con el Werder Bremen en la Bundesliga, lo acabó con 17 asistencias, tan solo seis más de las que lleva ahora.

Al mismo ritmo al que traza genialidades con su compás, se ha ganado el reconocimiento de todos los estamentos del club, que no han escatimado grandilocuencia para ensalzar su presente y proyectar su futuro. "Özil va a marcar la próxima década del Madrid. Es un jugador que gusta muchísimo al madridismo por su forma de ser y por su sentido colectivo del juego. Hace disfrutar hasta a los adversarios", manifestó Jorge Valdano, su director general, a la conclusión del encuentro ante el Racing tras el alarde de clase y talento del alemán.

"Ha evolucionado. Antes tenía detalles de calidad, pero los mezclaba con periodos más tranquilos. Ahora destaca por la dinámica y la continuidad en su juego. Está jugando absolutamente fantástico. El Madrid tiene Özil para mucho tiempo", recalcó José Mourinho semanas atrás. El técnico considera a Özil, Cristiano y Di María como "jugadores únicos y sin copia" en su plantilla.

Los datos estadísticos acreditan la singularidad del centrocampista. Tras la lesión de Cristiano hace una semana ante el Málaga, Özil se ha convertido en el único jugador madridista que ha participado en las 27 jornadas de Liga disputadas, aunque Mourinho dosifica tanto su esencia que tan solo en cinco ocasiones ha completado los 90 minutos. Aun así, es el sexto jugador con más minutos del grupo.

"Como se pudo ver en el último partido, tenemos una buena plantilla. Somos un equipo fuerte. Pero Cristiano es un futbolista de clase mundial que ha ganado muchos partidos para nosotros y esperamos que se recupere muy pronto", dijo Özil, que concluyó con un deseo: "Tenemos la ilusión de que el Barça pierda algún partido. La temporada aún es larga. Puede pasar de todo".

Racing 1 - Real Madrid 3

Mesut Özil: "Aún no soy un Zidane"