El secreto de Kevin Love
"Es algo que se tiene o no se tiene", declara el pívot de Minnesota, hijo de un exjugador y sobrino del cantante de los Beach Boys, cuando le preguntan por su su receta para capturar tantos rebotes
"Es algo que se tiene o no se tiene. Diría que es el gusto por el esfuerzo y la tenacidad. Se habla de Dennis Rodman, se podría hablar también de nuestro entrenador Bill Laimbeer o, entre los jugadores de ahora, de Joakim Noah". Esa es la respuesta de la que más tira Kevin Love, acostumbrado a que le pregunten día sí, día también sobre su secreto o su receta para capturar tantos rebotes. Porque, en definitiva, el rebote es lo que le ha proyectado en el firmamento de la NBA. A sus 23 años, en su tercera temporada en la NBA, el pívot de los Minnesota Timberwolves asombra con una colección de dobles dobles (al menos dos cifras en cualquiera de los apartados estadísticos que radiografían la actuación de cada jugador). En su caso, los puntos y los rebotes. El tiempo y los precedentes ponen contextualizan su estratosférica marca: 51 partidos seguidos con dobles dobles. El último en conseguir algo semejante fue una legendaria figura, Moses Malone, en las temporadas 1978-1979 y 1979-1980.
El deporte y la música se funden en los genes de Love. Stan, su padre, fue jugador de los Lakers y de los Washington Bullets. Kathleen, una de sus tías, fue una de las mejores triatletas del mundo y ganó el Ironman en 1982. Su tío, Mike Love, es el cantante de los legendarios Beach Boys. Kevin Love nació en Santa Mónica, al lado de Los Ángeles, en 1988. Se trasladó de niño junto a su familia a Oregón y fue allí donde empezó a jugar y a destacar. En 2006 ganó la final estatal de high school con el equipo de Lake Oswego y en ella logró 37 puntos y 15 rebotes, una actuación premonitoria.
Prefirió seguir sus estudios universitarios en la universidad de UCLA, donde fue tutelado por el mítico entrenador John Wooden y por el exlegendario pívot de la NBA Bill Walton. Ese regreso a California le costó más de un disgusto puesto que algunos aficionados radicales de Oregon llegaron a amenazarle de muerte. En 2008 fue elegido en la quinta posición del draft de la NBA por los Memphis Grizzlies. Pero fue incluido en un intercambio de jugadores con Minnesota por el que los Grizzlies se hicieron con los servicios de OJ Mayo.
Su rendimiento fue notable en sus dos primeras temporadas con los Wolves, pero ha sido este curso cuando sus estadísticas en puntos y en rebotes se han disparado. Promedia 21,6 puntos y 15,7 rebotes. Y en el partido que Minnesota perdió ante Dallas (105-108), Love logró su 51º doble doble consecutivo. "Fue uno de esos momentos en los que tienes que pellizcarte para darte cuenta de que es verdad. Fue magnífico ver cómo reaccionó la gente, aplaudiéndome. No me imagino qué puede pasar cuando empecemos a ganar", afirmó en referencia a la miserable temporada de los Wolves, el segundo equipo con peores resultados este año en la NBA con 50 derrotas y solo 15 victorias. Ahora, su próximo objetivo, será, además de ayudar a que su equipo logre alguna victoria, batir el récord de 55 dobles dobles seguidos obtenido por Elvin Hayes con los Washington Bullets en la temporada 1973-1974, antes de que la NBA se uniera con la ABA (American Basketball Association) en 1976 y diera lugar a la liga tal y como está configurada hoy en día.
Love, además, alcanzó el sábado la marca de mil rebotes tras 64 partidos, siendo el primer jugador de la NBA que lo consigue en ese plazo. Nadie lo había logrado una marca semejante desde que Dennis Rodman sumó el millar de rebotes en solo 57 partidos cuando jugaba con los Spurs de San Antonio en la temporada 1993-1994. Love es uno de los nueve jugadores en la historia de la NBA que ha logrado al menos 50 dobles dobles consecutivos. Los otros ocho son Moses Malone, Kareem Abdul-Jabbar, Elgin Baylor, Walt Bellamy, Wilt Chamberlain, Elvin Hayes, Jerry Lucas y Bill Russell.
Los vídeos de Moses Malone
Moses Malone fue una estrella, uno de los mejores jugadores en la historia de la NBA y está en el Hall de la Fama. Fue un icono, especialmente para los Philadelphia Sixers, que lograron ganar el anillo en 1983 con un equipo en el que estaban Julius Erving, Maurice Cheeks y Bobby Jones. En aquella temporada se hizo famosa una sencilla frase. "Fo. Fo. Fo" Fue su corta respuesta cuando le preguntaron su predicción sobre los playoffs. Se refería a que los Sixers iban a barrer a sus sucesivos rivales con victorias por 4-0 (Four). Se equivocó solo por un partido, el que les ganaron los Milwaukee Bucks. En la final, los Sixers vencieron a los Lakers de Magic Johnson.
Dos años antes, la final había enfrentado a los mismos equipos pero con distinto resultado. Cuando le preguntaron cuál había sido la diferencia entre una temporada y otra al entrenador de los Sixers, Billy Cunningham, respondió: "Moses". Malone, una fuerza de la naturaleza, jugó en la NBA durante 21 años, fue elegido tres veces MVP de la temporada y una de la final y se retiró en 1995 con San Antonio Spurs. En 1.329 partidos promedió 20,6 puntos y 12,3 rebotes.
Stan, el padre de Kevin Love, le mostró vídeos de Malone a su hijo para enseñarles la importancia del rebote y las técnicas que utilizaba el exjugador de los Sixers. "Siempre es divertido estudiar la vieja escuela de jugadores. Soy un estudioso del juego. Es importante para los jóvenes que empiezan ver los vídeos de los jugadores que pueden ayudarles a mejorar en el rebote. A mí me gustan especialmente los partidos del showtime de los Lakers, los de los viejos Celtics, los de los Bad Boys de Detroit o una vieja cinta de cómo se entrenaba Pete Maravich", cuenta Love. El pivot de los Wolves espera que su equipo se refuerce y ya ha declarado que espera, entre otras, la llegada de Ricky Rubio.
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