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El Madrid se seca fuera de casa

Mourinho redobla los ejercicios de definición en un intento de que su equipo aumente la cuenta de 18 goles fuera de casa, donde ha perdido 14 puntos en 13 partidos

El Madrid ha invertido cerca de 400 millones de euros en fichajes desde el verano de 2009, principalmente en futbolistas de corte ofensivo. El equipo cuenta con la que probablemente sea la plantilla de atacantes más poderosa del planeta. Sin embargo, solo ha conseguido marcar 18 goles en Liga fuera del Bernabéu esta temporada. La media no es muy alta, teniendo en cuenta el potencial: 1,4 tantos por encuentro. Los mismos que el Sevilla o la Real Sociedad cuando acuden a otros campos. Menos de la mitad de los goles que mete el Barça, que suma 40 fuera del Camp Nou.

Desde hace muchos años, la Liga la suele ganar el equipo que más goles mete. A veces el Madrid acribilla a sus rivales en casa, pero la falta de gol cuando juega de visitante le ha hecho perder 14 puntos. Preguntado por el tema, el técnico, José Mourinho, no quiso explicar las causas de esta carencia antes de viajar a Santander. Después de 13 jornadas de sufrimiento lejos del Bernabéu, sin embargo, Mourinho sabe que tiene un problema entre manos. Según fuentes del vestuario, el técnico alteró los entrenamientos esta semana para conseguir mayor eficacia goleadora. No lo hizo procurando dar mayor fluidez a las posesiones, nuevos automatismos, sino poniendo a sus jugadores a engatillar disparos.

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Tras el fracaso de Riazor, Mourinho comenzó a considerar que el equipo necesita activar otros resortes. Para empezar, el lunes dispuso un entrenamiento en un campo reducido con cinco porterías. Algo nuevo. Algo que sorprendió a los jugadores, que vieron alterada su rutina de partidillos, adiestramientos defensivos y transiciones rápidas. La tarea duró 20 minutos. En los tres entrenamientos que siguieron en la semana los jugadores ensayaron la definición en un ejercicio que ellos llaman doble área: partido en campo reducido y dos porterías, una cerca de la otra, para manejarse entre líneas y rematar continuamente. Los futbolistas consideran que estas prácticas sirven más para mejorar el acierto goleador que la elaboración. En el vestuario, muchos piensan que lo que necesita el Madrid para superar los obstáculos que se le presentan fuera de casa es administrar mejor las posesiones. Pero Mourinho no ha entrenado el ataque posicional en lo que va de curso. No concibe que su centro del campo tenga mucho la pelota. Prefiere las transiciones rápidas hacia zonas más adelantadas, lejos de su área, hacia donde concentra muchos jugadores.

Diego Latorre, el ex jugador del Boca y el Tenerife, dijo una vez que los entrenadores, por orgullo, son muy reacios a modificar los hábitos que les han brindado prestigio y seguridad profesional. Lo dijo poéticamente: "No rompen nunca el espejo". A Mourinho le cuesta romper la imagen que ve en el espejo cada vez que se mira. Le cuesta concebir que su equipo cambie de estilo. Un futbolista del Madrid que estuvo en Riazor analiza la situación con pesimismo: "Todos los equipos nos dan problemas. Jugamos incómodos".

No hay salida en la que este Madrid haya podido tomarse las cosas con calma. El dilema se repite desde la primera jornada, cuando el Madrid visitó el Son Moix. El Mallorca consiguió sacar un punto (0-0) gracias a un buen repliegue. Cedió terreno y negó al Madrid la posibilidad de un ataque rápido a los espacios. Como el equipo no se había preparado para el ataque posicional, para buscar descolocar al adversario mediante movimientos coordinados a partir de la posesión de la pelota, le resultó difícil penetrar con éxito las líneas que protegieron a Aouate.

Los padecimientos de Mallorca se repitieron en Anoeta, Levante, Almería, Hércules, Getafe, Pamplona y Riazor. Como dijo Miguel Ángel Lotina, técnico del Depor: "El Madrid siempre juega igual". Los entrenadores contrarios saben que si le esperan atrás desmantelarán gran parte de las armas del rival. Entienden que para que Cristiano, Di María o Adebayor sean peligrosos, necesita espacios. Y que si se meten en sus campos y esperan, tendrán mucho ganado porque el Madrid no acaba de soltarse cuando le ceden la pelota.

Frente al Racing, Mourinho deberá buscar alternativas a la ausencia de Cristiano. Necesariamente, el equipo atacará por vías menos directas. Quizá la aproximación indirecta le proporcione más beneficios en goles. Los goles de los equipos que tienen más el balón en el centro del campo lo demuestran fuera de casa: el Arsenal lleva 27, el Borussia de Dortmund 31, el Bayern 27 y el Udinese 28.

Los jugadores del Real Madrid, durante el entrenamiento de esta mañana
Los jugadores del Real Madrid, durante el entrenamiento de esta mañanaJAVIER LIZÓN

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