Muchos cambios, ninguna certeza

A menos de un mes para que el Mundial de fórmula 1 eche a rodar en Australia el próximo día 27, aventurarse a realizar un pronóstico de lo que puede ocurrir en Melbourne es algo así como una lotería. Y el que lo dice no es un don nadie, sino Fernando Alonso, que asegura no tener la más remota idea del nivel de competitividad de Ferrari con respecto a los demás equipos. De la misma forma que estos, incluido Red Bull, tampoco pueden calibrar si sus bólidos son más o menos rápidos que los de Maranello. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) debe estar encantada con ello, porque este nuevo escenario es fruto del festival de cambios que entran en escena este curso.

"Qué más quisiera yo que saber dónde estamos en relación a los demás. Otros años aún podías tener una ligera idea. Pero este, con tantos elementos a tener en cuenta, variables como los alerones móviles, los neumáticos y el KERS, por citar los tres más importantes, es prácticamente imposible saberlo", ha comentado Alonso.

"Todo esto no favorece a los equipos grandes, que prefieren no tener que afrontar tantas incertidumbres y saben que, en una carrera sin demasiados líos, lo más normal es terminar en el podio o cerca de él", ha reflexionado el corredor de Ferrari. "Sabemos que nuestro coche es fiable y estamos contentos con él, pero no si es más o menos rápido que el de nuestros oponentes", ha añadido el español, que la semana que viene, en Montmeló, afrontará junto al resto de la parrilla la última tanda de ensayos de la pretemporada.

Aunque no sea el cambio más llamativo, el nuevo suministrador de gomas, que pasa a ser Pirelli en lugar de Bridgestone, es el factor que más ha agitado los talleres. Resulta que los compuestos se deshacen tremendamente rápido y su rendimiento puede llegar a caer en picado, hasta seis segundos, en un intervalo de solo 15 vueltas. "Los neumáticos duros se degradan tan rápido como los blandos", ha certificado Alonso, que también ha confirmado no haber automatizado aún todos los dispositivos que debe activar desde el volante de su F150th.

"Durante la cronometrada será más fácil porque se trata de solo una vuelta con la concentración a tope. Los problemas surgirán durante la carrera porque es muy complicado hacerlo todo perfecto en cada vuelta", ha zanjado el chico de Oviedo.