Dos estilos, dos realidades chocaron en El Sardinero para brindar un bello encuentro que terminó en empate con el gol en el descuento de Nilmar y con el Racing defendiendo el punto tras haber dominado gran parte del partido, siendo superior en la disputa pero no en las áreas. Con varias intervenciones de mérito, Diego López sostuvo al Villarreal, que creció en su juego paulatinamente y con la entrada de Cazorla y Nilmar, hasta alcanzar un empate que le mantiene en lo alto y le refuerza en el ánimo. El esfuerzo de la eliminatoria de Liga Europa ante el Nápoles aconsejó a Garrido a modificar la alineación memorizada jornada a jornada. La obligada ausencia de Bruno por acumulación de amonestaciones fue suplida por Marcos Gullón, capitán del filial e internacional sub-21. Gullón hacía su debut en la Liga en la presente temporada, tras haber dispuesto de los minutos finales tres días atrás ante el Nápoles. Los problemas físicos de Cazorla propusieron su suplencia inicial. Su puesto lo ocupó Cristóbal, otro centrocampista procedente del segundo equipo perteneciente a la primera plantilla amarilla desde el inicio de curso y que hasta la fecha solo había dispuesto de cinco minutos. Gonzalo y Capdevila también descansaron en el banquillo, al igual que Nilmar. Cinco cambios en total en el Villarreal. Demasiados de una sola vez. Lo pagó el conjunto de Garrido nada más dar comienzo el choque. La falta de sincronía en defensa propició que la primera aproximación del Racing resultara letal. No atendió a la presión al esférico, que recayó en Rosenberg, y se despistó en la incorporación de Pinillos por el costado derecho. El veterano defensa riojano tuvo tiempo de sobra para medir el centro a Nahuelpan, que marcó a placer tras ganar la posición a los centrales. Tres toques fueron suficientes para desarmar a un Villarreal menor. Y en el palco, Alí Siyed, el nuevo propietario del Racing, como si estuviera en Bollywood, se marcó una airada celebración sin tener que contenerse, ya que Fernando Roig prefirió estar alejado del millonario indio. Las dos victorias consecutivas desde la llegada de Marcelino al banquillo del Sardinero ha insuflado confianza al conjunto santanderino, que de salida apostó por dos delanteros con Nahuelpan y Rosenberg. El gol de Nahuelpan refrendó la posición del Racing, que, a sabiendas de que no podía cuestionar la custodia del esférico, planteó un duelo físico conscientes de que el Villarreal va con la gasolina justa. Replegado en su parcela, el Racing soltó amarras ante las escasas intenciones del Villarreal, poco contundente en la disputa y con escasa precisión en la elaboración. Menos activo que de costumbre Borja Valero, Cani y Rossi, a los que se unió Cazorla en el segundo acto, soportaban el peso del ataque amarillo mientras Diego López sostenía su portería. Decreció la intensidad del Racing a la vez que el despliegue del Villarreal resultaba demasiado horizontal y previsible. No mató el partido el Racing, que fue cediendo terreno ante el paulatino avance del Villarreal, que con su infinita paciencia logró equilibrar el marcador por mediación de Marco Ruben tras una prolongada jugada. Se repuso rápidamente el Racing tras un excelente control y posterior disparo de Giovanni Dos Santos, que acababa de ingresar en el terreno de juego. Oportuno Nilmar, el Villarreal agarró un punto por insistencia.
