"El rugby es como la cerveza"
El equipo de la Vila Joiosa, con muchos hinchas británicos, campeón de la Liga española
Hace menos de tres años, el Rugby La Vila consiguió el ascenso a la División de Honor. En su tercera temporada en la máxima categoría, se proclamó campeón de Liga una jornada antes de acabar la competición tras vencer a El Salvador de Valladolid por 10-7 y perder el Ordizia, segundo clasificado, por 18 a 17 en el campo del Quesos Entrepinares, también pucelano.
Desde que el Calpisa de balonmano ganó cuatro títulos consecutivos entre 1973 y 1978, hace 33 años, no había conseguido proclamarse campeón un equipo alicantino. La alegría de los 2.000 aficionados que llenaron el Campo del Pantano se desbordó segundos después de conocerse la derrota del Ordizia. Porque "el rugby es como la cerveza, al principio cuesta, pero luego engancha", dice el presidente del club desde que se fundó en 1983, Ignacio Dávila, para subrayar el tirón de este deporte en la comarca de la Marina Baixa. Y más, ya que una gran parte de los espectadores son turistas británicos que pasan sus días de asueto en Benidorm. "La mitad del turismo en esta comarca procede de Gran Bretaña, donde el rugby es el segundo deporte, así que ¿a qué esperamos para unirnos?", proclama Dávila antes de vaticinar que la próxima temporada espera llenar el campo todos los domingos.
El entrenador, Mark Hewitt, que seguirá la temporada próxima, asegura que "muchos clubes de Inglaterra estarían encantados de tener un estadio como este", pensando en que el año que viene tendrán que decidir si juegan la Heinecken Cup o la Amlin Cup, equivalentes a la Liga de Campeones y la Europa League de fútbol. "El club debe proponerse metas mayores, pero lo decidiremos cuando sepamos el patrocinio del que disponemos", dice el presidente.
El Rugby La Vila tiene 440.000 euros de presupuesto anual, el equivalente al sueldo mensual, por poner un ejemplo, de David Villa. El dinero lo consiguen a través de decenas de pequeños patrocinadores y diferentes aportaciones públicas. Con ese capital, los 32 jugadores de la plantilla no pueden ser más que mileuristas. Así y todo, el capitán, Martín Aceña, internacional español de origen argentino, considera que el éxito del campeonato ha sido consecuencia "de tener el equipo consolidado y mantener el grupo del año pasado", cuando consiguieron los subcampeonatos de Liga y Copa. "¿Qué cómo lo voy a celebrar? Con mi mujer frente al mar, en el bar de un amigo", dijo el capitán antes de irse al tercer tiempo, una tradición del rugby que exige a los jugadores de ambos equipos juntarse después del juego para compartir comida y bebida. El tercero ha durado más que los dos primeros, que una liga no se gana todos los días y "lo hemos pasado mal", recuerda Dávila.
