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'Armstrong 2.0' cuelga la bici

El tejano adelanta por sorpresa su retirada definitiva a los 39 años

Como la primera retirada, ninguna: desde la cima. Imposible replicar un escenario como aquel, el Vaticano del ciclismo: el último luminoso domingo de julio de 2005, sol y moscas, acacias y plátanos de sombra, en el altar mayor de los Campos Elíseos, en el escalón más alto del podio del Tour, que acababa de ganar por séptima vez consecutiva, más veces que ningún ciclista en la historia. Tenía Lance Armstrong entonces 33 años, la edad en que se retiran los grandes campeones. Los grandes campeones tampoco regresan del olimpo a la tierra. Y si lo hacen, pagan su tributo, como ha podido comprobar Armstrong, quien regresó cuatro años después convencido de una octava victoria para encontrarse con la derrota que nunca antes había conocido. De su regreso, de sus dos Tours últimos, quedan como recuerdo su enfrentamiento perdido con Alberto Contador, su maillot RadioShack destrozado tras una caída camino de Avoriaz en 2010, la señal de que el ciclismo se había acabado para él.

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Hoy, un día frío de febrero, gris, triste, mediante un comunicado sin cámaras alrededor, sin focos, desde los márgenes de un ciclismo que dominó como nadie, casi anónimo, Armstrong, el Armstrong 2.0, como él, con un cierto grado de ironía, se autodenomina, ha anunciado su segunda retirada, adelantándose unos meses a lo previsto, pues ya tiempo atrás había anunciado que colgaría definitivamente la bicicleta después de una última carrera en Estados Unidos, la Vuelta a California, en mayo.

"Pensé que podía ganar otro Tour. Ahora me esperan mis cinco hijos, mi fundación Livestrong y el desarrollo de compañías y empresas especializadas en la lucha contra el cáncer", dijo en su comunicado de despedida Armstrong, cuya última carrera, la única disputada en 2011, fue, hace un mes, el Tour Down Under en Australia, más un compromiso comercial-político que deportivo. Terminó 65º.

A Armstrong, de 39 años, quien siempre que puede recuerda que es uno de los 28 millones de personas que han sobrevivido a un cáncer, le espera también una investigación por presunto dopaje, y por incitación al dopaje, durante sus años gloriosos, por parte de la Agencia de Alimentación y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos. Un gran jurado, convocado a instancias del investigador federal Jeff Novitzky, quien empezó a moverse tras las acusaciones de Floyd Landis contra Armstrong, ya ha escuchado testimonios de algunos excompañeros del ciclista tejano, y Novitzky ya ha efectuado varios viajes a Europa para impulsar la colaboración en la investigación de las policías francesa, italiana y española.

"No puedo controlar por dónde va la investigación", reconoció el ya excorredor. "Para eso contrato abogados. Intento que la investigación no me perturbe. Sé lo que sé, sé lo que hago, sé lo que hice. Eso no va a cambiar", concluyó.

En su segunda retirada profesional, Armstrong recibió el elogio del presidente de la Unión Ciclista Internacional. "El deporte del ciclismo tiene que estarle muy agradecido a Armstrong", dijo Pat McQuaid a la agencia AP. "Todos los deportes necesitan iconos globales y él ha sido el icono global del ciclismo".

El siete veces campeón del Tour de Francia, Lance Armstrong.
El siete veces campeón del Tour de Francia, Lance Armstrong.AP
En 1993, con 22 años, consigue su primer gran éxito deportivo al convertirse en Campeón del Mundo por delante de Miguel Indurain.
En 1993, con 22 años, consigue su primer gran éxito deportivo al convertirse en Campeón del Mundo por delante de Miguel Indurain.REUTERS

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