España marea a Dinamarca
La sub 21 convence con goles de Nsue y Herrera pese a la expulsión de Víctor Ruiz
Poblada de bajitos, la selección sub 21 bailoteó como quiso a Dinamarca, la tosca anfitriona del Europeo del próximo mes de junio, demostrando que la calidad no está reñida con el carácter. El grupo de Luis Milla certificó su quinta victoria consecutiva en un partido que tuvo poco de amistoso. Abochornado por el rondo eterno de La Rojita, deliciosos Ander Herrera y Thiago, reforzados por el espíritu gremial de un veterano de lujo como Javi Martínez, el conjunto nórdico recurrió al fútbol directo y a la patada en la espinilla para contrarrestar el jogo bonito, que no tierno, de los cachorros de la absoluta.
España lanzó anoche un aviso para navegantes en un ejercicio incontestable que puso a prueba la paciencia de sus creadores. El gol no llegó por casualidad en la primera parte, en la que Adrián falló un mano a mano ante Lossi después de un contragolpe en el que Thiago se recorrió 60 metros con el balón. Más bonita y aparente, el gol de la sub 21 se mascaba en el ambiente pero no terminaba de llegar porque el último pase siempre se encontraba con la oposición de algún chicarrón del Norte. Milla movió ficha dando bola a Muniain —el gremlim de 18 años del Athletic no acusó el debut y volvió locos con sus gambeteos a los largiruchos daneses, más grandotes pero menos eficientes—, Ander Hererra y Didac.
Los cambios animaron a España, que insistió e insistió hasta que mediado el segundo Nsue cantó bingo. El canterano del Mallorca evitó sobrado la salida del portero con una vaselina después de un robo de balón en la línea de tres cuartos de Ander Herrera. Sin embargo, la respuesta de Dinamarca no se hizo esperar. El conjunto de Keld Bordinggaard empató casi a continuación de la única forma posible, tras una volea de Bille a balón parado. La celebración del danés en la cara de Víctor Ruiz encendió al central recién fichado por el Nápoles, que perdió los nervios y se fue a la calle.
El gol y la expulsión no afectaron a España, que se mantuvo fiel a su hoja de ruta en los 20 minutos que restaban. Al grupo de Milla no le dio el tembleque y, fiel a la máxima, jugó mejor con diez que en igualdad de condiciones. y en una de esas, muy mal defendido en el segundo palo, Ander Herrera controló un centro de Montoya desde la derecha y embocó a la red. Fue demasiado para Dinamarca, que ya no supo qué hacer ante un rival que le sacó los colores.
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