El Villarreal cumple
Los castellonenses vencen sin brillo a un Poli Ejido serio pero sin pegada
Un Villarreal sin brillo, cumplió con la obligación de clasificarse en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey al ganar 2-0 en El Madrigal. A los castellonenses que siempre tuvieron la eliminatoria controlada, les faltó más profundidad. Por ello el partido no tuvo el brillo de los últimos disputados por el Villarreal en su feudo. Por su parte, el Poli Ejido se mostró serio y voluntarioso, pero sin pegada como para hacer sufrir al equipo local. El Villarreal salió en los primeros cuarenta y cinco minutos, con la idea clara de no ser sorprendido y de no complicarse la vida. Y lo logró en esa primera parte, gracias a un juego ordenado, serio y sin concesiones.
Y a pesar de encontrar un rival que no dio facilidades y que aguantó bien posicionado, logró ponerse en ventaja y disipar los nervios iniciales. Así y apoyándose en un eléctrico Montero, los castellonenses lograron a los dieciocho minutos el primer gol y único de la primera parte. Lo hizo el ecuatoriano tras cazar un balón rechazado en el área, que alojó con un fuerte disparo en la meta del Poli Ejido. Ese gol hizo que en esos minutos se notará esa diferencia categoría y llegaron las jugadas más claras, también a pies del mismo Montero.
Villarreal 2 - Poli Ejido 0
Villarreal: Juan Carlos, Mario Gaspar, Gonzalo, Catalá, Joan Oriol, Javier Matilla (Cazorla, min. 70), Musacchio, Montero (Bruno Soriano, min. 74), Cristóbal ( Cani, min. 66), Marco Ruben y Altidore.
Polideportivo Ejido: Valerio, José Rodríguez, Martín Baquero, Dani Hedrera, Juanlu, Dani Cara (Moreno, min. 62), Vicente Moscardó, Samuel, Miguel Centrón, Iosu Villar (Javi Lillo, min. 72) Villar y Chema (Katxorro, min. 58).
Goles: 1-0, min.18: Montero. 2-0, min: 90: Altidore.
Árbitro: Turienzo Álvarez (Comité Castellanoleonés). Mostró tarjeta amarilla a Matilla, del Villarreal, y a Moscardó y Hedrera, del Poli Ejido.
Incidencias: Partido correspondiente a los dieciseisavos de final de la competición de Copa del Rey. Con la presencia de unos 9.000 aficionados en las gradas de El Madrigal.
Así y con el gol, el Villarreal buscó su fútbol control y de dominio, con el que logró que su rival solo pudiera rematar una sola vez y desde muy lejos. Un control al que le faltó un punto de creatividad en el ataque, que permitió al Poli Ejido, mantener esta mínima desventaja. Se vio entonces a un Villarreal serio, dominador y sin dar concesiones, pero al que le falto ese brillo y la claridad en el juego, para romper el partido de manera definitiva. Aunque pudo acabar con más ventaja con un poco más de fortuna en los remates de Marco Rubén y si el árbitro no hubiera anulado un gol a Jozy Altidore, a la salida de un córner en los últimos minutos.
En la segunda parte, los locales perdieron esa fuerza y esa intensidad, que le hacía dominar el partido. De esta forma, el Poli Ejido se hizo con la pelota con la que buscó acercarse al área y poner en peligro la eliminatoria. Pero los visitantes demostraron que ganas las tenían todas, pero les faltaba un punto de calidad como para complicarle la vida a un Villarreal, que esperaba en su campo su opción al contraataque. Sin embargo, este contragolpe no llegaba y de esta forma, los segundos cuarenta y cinco minutos pasaban sin que ambos equipos visitaran las áreas con peligro.
Tan solo hubo alguna escaramuza de los castellonenses, pero sin pegada. Con ello a los almerienses solo los salvaba el resultado que, al ser tan corto, seguía dándoles una mínima esperanza. Pero ni por esas hubo emoción, ya que los visitantes nunca llegaron a inquietar la portería del Villarreal. Así y cuando el partido ya moría el Villarreal logró uno de esos contra golpes que sentenció el partido y la eliminatoria con un gol de Altidore en el descuento.
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