Los hermanos pequeños de Piqué

Andreu Fontàs (Banyoles, 1989) y Marc Bartra ( Sant Jaume dels Domenys, 1991) son centrales, juegan en el Barça B y son de pueblo. No es una cosa cualquiera ni una tontería; en el Barcelona dan por hecho que su capacidad para esforzarse y la humildad con la que han vivido su formación -Bartra llegó a La Masia siendo alevín y Fontàs como cadete- tienen mucho que ver con los valores que transmite el origen rural.

Ambos jugaron el martes el partido de Copa en Ceuta, entre otras cosas porque a Guardiola no le quedó otra opción: de no haber estado lesionado, Milito hubiera sido titular, pero lo cierto es que con el argentino fuera de la convocatoria, con Piqué necesitado de entrenamientos y Puyol de descanso -el capitán viajó por una cuestión de fichas-, el entrenador no dudó.

Lo tenía claro desde hace una semana. "Cuarenta y cinco minutos cada uno", le pidió a Luis Enrique antes de que el filial se enfrentara el sábado al Huesca. Tampoco se lamentó, al contrario: el rendimiento de los dos centrales fue extraordinario. "Los chavales vienen enchufadísimos", les reconoce Pinto.

Los chavales son tan buenos que el año pasado, cuando todavía jugaban en Tercera con el filial, estaban en la agenda de los mejores clubes europeos. El West Ham pagaba los cinco millones de la cláusula de Fontàs y el Madrid llamó a la puerta de Bartra. Txiki Begiristain, entonces director deportivo azulgrana, movió ficha y avaló su nuevo contrato profesional. Los dos terminan en 2012 y tienen una cláusula de rescisión de 30 millones de euros.

Señalados como los hermanos pequeños de Piqué, espejo en que ambos se miran, son dos jugadores distintos, pero cortados con un patrón semejante. "Los dos tienen una enorme salida de balón; Bartra es muy rápido, muy fino, muy elegante", sostienen en el cuerpo técnico del primer equipo, donde se reconoce a Fontàs un alto sentido táctico: "Se nota que ha sido medio centro, porque elige con mucho criterio el pase y la posición. Zurdo, no parece muy rápido, pero tiene buena zancada y un gran posicionamiento", admiten los ayudantes de Guardiola, que asumen que los dos están en pleno crecimiento.

Bartra empezó en el Espanyol -como benjamín y el primer año de alevín- y llegó al Barcelona de la mano de Sergi Lobera. Debutó el curso pasado en Primera en el Calderón como lateral, posición que no le resulta extraña; estudia en el INEF; forma parte del clan de Tarragona, que completan Oriol Romeu (Ulldecona) y Sergi Robert (Reus); su padre es payés -en las horas muertas entrena al equipo del pueblo-, y tiene un hermano gemelo.

Fontàs, dos años mayor, es un jugador más hecho, no solo en el aspecto físico, sino en cuanto a liderazgo. Es nieto de un ex jugador de la época dorada del Banyoles y su familia se ha dedicado siempre a vender coches -su padre tiene la exclusiva de Nissan en la zona del Pla de l'Estany-; estudia Magisterio, tiene una hermana y vive con Oier, compañero en el filial, equipo al que llegó en su último año de juvenil gracias a Pep Boada, y debutó en el primer equipo contra el Sporting, en el Camp Nou, en septiembre del año pasado.

En el filial nadie duda que harán carrera. Guardiola tampoco: "Son buenos y muy buena gente".

Ceuta 0 - Barça 2